El documental que a Rodrigo Espina le llevó unos quince años realizar no es la historia de Sumo, por si alguien está desprevenido. Como bien lo dice el título, es una rigurosa biografía de su cantante, italiano de la aristocracia romana que estudió en el mejor colegio inglés, para terminar en las sierras cordobesas curándose de su adicción a la heroína. Oscura y melancólica, la película refleja con exactitud la personalidad de Luca Prodan, a través de testimonios e imágenes de archivo inéditas que ayudan a comprender mejor a este mesías que llegó para darle un sacudón al rock nacional.