Los refugios frente a la estación, desde hace tres meses, inconclusos.
Si el tránsito vehicular de Presidente Derqui se reorganizó, y la zona de la estación de trenes del ferrocarril San Martín ya no muestra los congestionamientos de antes, ahora sigue en veremos la comodidad de una buena parte de los pasajeros que esperan los colectivos.
Es que al cambiarse algunas paradas deben permanecer a la intemperie, particularmente los que viajan hacia la localidad de José C. Paz o Moreno. Si antes se guarecían de los vientos y la lluvia sobre la vereda del tradicional bar El Molino, desde que meses atrás se reformulara casi todo, no tienen otra opción que soportar el mal tiempo sobre la cuadra de Reynaldo Pacheco, más precisamente entre Eva Perón y Dorrego.
Y esto se debe a que las dársenas programadas en el proyecto original de Alberto Zapata, concejal oficialista y subdelegado de aquella localidad, quedaron a medio construirse.
El motivo surge de un problema heredado de un grupo de trabajadores adherentes al plan Argentina Trabaja, que dependen del área de Microemprendimientos de la Municipalidad de Pilar. No cobraron sus haberes en tiempo y forma y por consiguiente decidieron no continuar con los trabajos en marcha.
Pero eso sucedió hace aproximadamente tres meses, y tanto la Comuna como la delegación derquina no derivaron esa tarea a otro grupo cooperativista. El proyecto contemplaba que esa dársena, ubicada sobre Eva Perón y adyacente a la estación del ferrocarril, debía servir para dos o tres paradas de micros, pero desde hace más de 90 días sólo está su base a medio completar. Además, se considera la instalación de carteles indicadores y garitas con asientos para los que esperan su colectivo.
Consultado Zapata sobre el extraño caso, sobre todo cuando esa responsabilidad bien podría haberla asumido otro personal de las varias cooperativas o del obrador de la delegación, sostuvo que “es algo que ya le reclamé a Microemprendimientos, pero como desde hace más de un mes me responden que ‘en días se completan los trabajos’, no ocupé a otro personal, ahora ya no sé qué sucede, y es algo que me supera”.
Como consecuencia, la falencia oficial se refleja en cuanto día frío y con lluvia hay porque mujeres, chicos y hombres que deben trasladarse a otra ciudad carecen de un sector cómodo que les mitigue las inclemencias del tiempo.
“Es realmente insólito que suceda esto porque el material está, los refugios se hacían enseguida, la obra estaba encaminada lista para concluir, y desde hace meses todo se paralizó sin que nadie reemplace o logre que los mismos trabajadores la finalicen”, subrayó finalmente Zapata.