Discapacitado manejó un colectivo y chocó a cuatro autos estacionados

Tomó el control de una unidad de la línea 521, con la que colabora. La empresa dice que fue sin autorización. Y prometió reparar los daños. Ya había quejas de los vecinos por la precariedad del servicio.

11 de marzo de 2010 - 00:00

Un patrullero de la comisaría 3ª minutos después del extraño hecho.

 

Un hecho insólito se produjo en la mañana de ayer cuando un joven discapacitado condujo un colectivo, aparentemente sin el consentimiento de sus responsables, y terminó chocando contra cuatro autos estacionados en pleno centro de Del Viso.

El accidente se produjo poco antes del mediodía ayer en la intersección de avenida Madero (ex ruta 26) y Sara Maqueda. Allí estaban estacionados un Ford Escort, un Chevrolet Corsa, un Renault 9 y un Volkswagen Senda (este último con su chofer a bordo) que fueron embestidos por el interno 14 de la línea 521, que une la estación de Del Viso con los barrios Los Tilos, Pinazo y el country Los Lagartos.

Desde su puesta en marcha, hace unos dos meses, la empresa viene saltando de una polémica a otra. Las quejas vecinales por el mal estado y la excesiva antigüedad de las unidades se suman a los reclamos por la utilización de la vía pública como terminal, taller y oficina.

Justamente, la noche anterior al choque de ayer, unos 50 vecinos de Del Viso habían manifestado airadas quejas ante funcionarios municipales y concejales oficialistas, a quienes les exigieron controles sobre la controvertida empresa de transporte.

Durante ese encuentro, los vecinos plantearon dudas acerca de que las unidades cuenten con el seguro obligatorio, ya que se puede apreciar a simple vista que varias “no tenían paragolpes, luces ni chapas patente”.

Ayer, uno de los directivos de la compañía, Ramón Fernández, le aseguró a El Diario que todas las unidades están aseguradas, aunque no pudo precisar en qué compañía.

Asimismo, señaló que la empresa se hará cargo  directamente del arreglo de los autos dañados por el choque de ayer “para evitar los trámites y demoras que tendría en caso de esperar el pago del seguro”.

Ferández fue concejal hasta el año pasado. En una de las últimas sesiones antes de terminar su mandato votó, junto a la mayoría de los presentes esa noche, un permiso precario que autoriza a la cuestionada línea para la que ahora trabaja,  a circular por Del Viso.

 

Sin control

Según relató Fernández, el interno 14 de la línea había pasado la noche en la estación de servicio ubicada en el cruce de las rutas 8 y 26, en Del Viso. Ahí había llegado con un desperfecto en el sistema eléctrico.

Ayer por la mañana, un electricista que presta servicios para la compañía fue hasta el lugar acompañado por un hombre de 36 años que padece una discapacidad mental y que suele permanecer junto a los trabajadores de la empresa, con los que a menudo colabora.

Según relató Fernández, en un momento determinado y sin que mediara autorización alguna, el improvisado chofer se subió al colectivo, lo hizo arrancar y decidió llevarlo hasta la improvisada terminal callejera instalada ahora sobre la calle Gonet, paralela a la estación del ferrocarril Belgrano Norte.

El trayecto por la ruta 26 no habría tenido mayores sobresaltos hasta llegar a la intersección con Sara Maqueda. Ahí fue donde el conductor intentó doblar con tal suerte que impactó contra los cuatro vehículos estacionados antes de la bocacalle.

De inmediato, llegó al lugar una ambulancia para asistir al chofer del Senda, quien de todos modos no requirió atención médica.

La policía, por su parte, mantuvo vallado el lugar durante varias horas para realizar las pericias del caso y hacer comparecer a los testigos y partícipes del hecho.

 

 

Controversia

Enfrentados por el transporte  

La aparición de la línea de colectivos 521, en Del Viso, genera controversias desde el mismo día en que empezó a circular. Es que, por un lado, la línea cubre un servicio necesario para varios de los barrios más populosos de Del Viso –Pinazo y Los Tilos, entre ellos- a los que une con el centro de la localidad y con countries y barrios cerrados donde muchos de sus habitantes trabajan. En ese sentido, el servicio es muy utilizado y a menudo sus unidades circulan llenas, sobre todo en horario escolar y laboral.

Sin embargo, la precariedad de la línea generó enojo en la zona del centro, donde la empresa improvisa terminal, taller y oficinas en plena calle, con las consecuentes molestias.

A eso se suma el evidente y rápido deterioro de las calles por las que circulan los colectivos, cuya delgada capa de asfalto no estuvo pensada para soportar ese tipo de tránsito.

El estado y la antigüedad de los coches también está en entredicho, como así también la idoneidad de algunos choferes que, según reconocieron públicamente representantes de la empresa adolecerían de cierta impericia. De hecho, antes del insólito choque de ayer, dos unidades –en este caso con pasajeros- ya habían terminado en un zanjón.

 

 

 

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