El empleo registrado en el sector privado volvió a caer en agosto y se ubicó en el nivel más bajo desde la asunción de Javier Milei. De acuerdo con los datos relevados por el Instituto de Estudios y Formación (IEF) de la CTA Autónoma, el derrumbe de puestos de trabajo acumulada desde noviembre de 2023 ya alcanza a 223.796 trabajadores.
Solo en agosto se perdieron 10.555 empleos en el sector privado, a los que se sumaron 1.735 bajas en el sector público y 772 en casas particulares. El investigador Luis Campos, del IEF, advirtió que la tendencia marca una “nueva fase de destrucción” que comenzó a mediados de 2025, luego del leve rebote que se había registrado entre enero y mayo.
“Luego de la fuerte caída en el primer semestre de 2024, la dinámica en el sector privado había comenzado una leve recuperación. Ese rebote se frenó a comienzos de 2025 y, a partir de junio, empezó otra vez la pérdida de puestos”, explicó Campos.
La crisis laboral golpea al sector privado
El retroceso del empleo privado se arrastra desde antes del cambio de gobierno, pero se profundizó con el ajuste fiscal y la recesión. En comparación con agosto de 2023, hay 177.648 trabajadores menos y los niveles actuales ya se ubican por debajo de los registrados en 2015, lo que marca un retroceso estructural de una década.
La industria manufacturera encabeza la caída y se consolida como el sector más golpeado. “Dentro del rubro solo se salva la producción de alimentos y bebidas”, señaló el informe del IEF. En contrapartida, el monotributo sigue creciendo, lo que para los especialistas es un signo de precarización laboral y de la falta de oportunidades en empleos registrados.
Ajuste y estabilidad precaria en el sector público
Si bien el sector público también mostró bajas en agosto, los especialistas advierten que el ritmo de despidos se está estabilizando desde febrero. “El ajuste parece haber encontrado un piso”, señalan. No obstante, las cesantías acumuladas siguen siendo elevadas y el recorte del gasto estatal continúa afectando la actividad en las provincias.
A nivel regional, la situación es dispar. Solo Neuquén (+2,9%) y Mendoza (+1,4%) muestran un saldo positivo frente a noviembre de 2023. En el resto del país, las caídas son generalizadas: Santa Cruz (-15%), La Rioja (-11,2%), Formosa (-8,2%) y Catamarca (-8%) lideran las pérdidas.
El caso de Santa Cruz es el más crítico: agosto de 2025 fue el segundo valor más bajo de empleo registrado desde 2009, lo que evidencia el impacto del parate en la obra pública y en la minería.
Las casas particulares, en el nivel más bajo en más de una década
El empleo registrado en casas particulares sigue en caída libre y alcanzó niveles comparables a los de 2013. “El trabajo doméstico atraviesa un deterioro estructural desde la pospandemia, con pérdida de derechos, bajos ingresos y mayor informalidad”, explicó Campos.
De acuerdo con los últimos datos oficiales, el rubro acumula más de 30 mil empleos menos en los últimos dos años, en un contexto de caída del poder adquisitivo y de reducción del consumo en los hogares de clase media.
Los salarios volvieron a perder contra la inflación
A la contracción del empleo se suma el deterioro del poder de compra de los trabajadores registrados. En septiembre, los salarios formales volvieron a quedar por debajo de la inflación, afectando tanto al sector público como al privado.
Según el INDEC, los haberes de los empleados privados aumentaron 1,4% en el noveno mes del año, mientras que los del sector público subieron apenas 1,1%. La inflación, en cambio, fue de 2,1% mensual, lo que implica una nueva pérdida real de entre 0,7 y 1 punto porcentual.
El índice de salarios acumuló una suba de 30,4% respecto de diciembre de 2024, con incrementos de 20,4% en el sector privado, 23,9% en el público y un salto del 77% en el sector no registrado, impulsado por recomposiciones informales.
En términos interanuales, los sueldos muestran una mejora del 46%, aunque muy por debajo del aumento del costo de vida. El crecimiento de los ingresos no registrados (120,2%) refleja más una distorsión estadística que una mejora real: se trata de trabajos inestables y de ingresos variables que no cubren la canasta básica.
Un mercado laboral cada vez más frágil
Con el empleo formal en su nivel más bajo de los últimos diez años y la inflación aún por encima de la recomposición salarial, la recuperación del poder adquisitivo sigue lejos.
El aumento de monotributistas y trabajadores por cuenta propia evidencia una reconfiguración del mercado laboral, donde la estabilidad y los derechos laborales retroceden frente a la informalidad.
Para los analistas, si la recesión se profundiza durante el último trimestre del año, el empleo formal podría caer aún más, sobre todo en la industria, la construcción y los servicios. “Los datos de agosto confirman que la recuperación del empleo no solo se frenó, sino que empezó a retroceder”, concluyó Campos. (GLP).