Ni el desahogo más esperado inmutó al Granadero. A 7 días de consagrarse campeón de Turismo Carretera, Matías Rossi resolvió el certamen de la Clase 3 con un 8º puesto en Olavarría y se alzó con el título de Turismo Nacional.
Dos coronas inéditas para el delvisense en el lapso de una semana. Dos logros que lo depositan en el salón de la fama junto a los apellidos más memorables del automovilismo nacional. Juan María Traverso, Luis José Di Palma, José María López y Ernesto Bessone son algunos de los pocos pilotos que lograron dos coronas nacionales en la misma temporada.
Ahora, con 30 años, Rossi ya se coronó campeón en 3 de las 4 categorías nacionales (falta Top Race), sumó su 7º título y se instaló entre los grandes.
La conquista del Turismo Nacional peligró el sábado cuando clasificó 15º. Facundo Chapur, campeón defensor y el único que podía discutirle la corona, había quedado 2º y llegaba mejor perfilado a la final. Pero el domingo la fortuna jugó a favor del delvisense. En las series, Rossi remontó y Chapur se retrasó. Largó la final con 14 puntos de ventaja y delante del piloto de Peugeot. Administró la diferencia y se consagró, impecable.
Efectivo
Del mismo modo que en Turismo Carretera, la eficacia fue la marca distintiva del Misil en su camino al título de la Clase 3, principalmente en la primera parte de la temporada. Subió al podio tres veces consecutivas desde el inicio del torneo, con dos triunfos y tres victorias en series.
La racha se cortó en Concordia, cuando se disponía a largar adelante y rompió el motor en la grilla. Pasó otra fecha sin laureles (12º en San Jorge con un auto pesadísimo) y volvió a la contundencia en San Luis: pole, triunfo en el parcial y 2º puesto.
Luego ganó la gran final de Río Hondo en la 7ª fecha compartida con el WTCC de Pechito López. Fue la actuación que lo catapultó al título, no solo en lo matemático, sino también en lo anímico.
A esa altura, Rossi parecía ganar cada vez que se lo proponía y el Citroën C4 sostenía un rendimiento de punta aún siendo el auto más castigado por los kilos de lastre.
El 2º puesto de San Martín fue el último podio de Rossi, el 14 de septiembre. Las últimas tres fechas del año marcaron su seguidilla menos productiva y quedó reflejada la clasificación de este fin de semana.
“Fue un fin de semana dificilísimo. Nos costó mucho encontrar el buen funcionamiento del auto. Hoy (por el domingo) la suerte me acompañó en momentos clave, pero no hay que olvidarse de que trabajamos mucho durante la temporada para llegar de esta manera a la última fecha”, describió el Granadero y valoró la cosecha del semestre inicial.
“Fue clave el colchón de puntos que obtuvimos en la primera parte de la temporada para llegar con ese margen a la definición”, sostuvo el campeón, que este año cambió un título por dos.
Entregó el “1” de Súper TC 2000 en un año olvidable para Toyota, sin triunfos. Por eso mañana, en lugar de relajarse y festejar el bicampeonato, probará el Corolla que utilizará el 2015. Un reflejo de su ambición por la perfección y el anhelo de seguir siendo el mejor.
7
títulos argentinos suma Matías Rossi: Fórmula Súper Renault (2002), TC 2000 (2006, 2007 y 2011), Súper TC 2000 (2013), Turismo Carretera (2014) y Clase 3 de TN (2014).
Misil latino
Matías Rossi fue invitado a participar de la fecha inaugural del Driver Challenge, una competencia en la que 16 pilotos latinoamericanos lucharán por las Copas Telmex y Kartcross. Será entre el 6 y 8 de febrero en Cancún (México) e irá junto a Esteban Guerrieri.