Para Santiago Cuneo, la situación petrolera de la Argentina es “terminal”.
por Aníbal Mon
Una estación de servicio de Del Viso, ubicada en el cruce de las rutas 8 y 26, fue otra de las víctimas de los cierres en cadena que vienen padeciendo en el último tiempo muchas bocas de expendio de combustible del país. Esos surtidores, hoy inactivos, se encontraban en una de las cinco estaciones propias de la Cámara de Estacioneros Blancos de la República Argentina (CEBRA).
En una entrevista exclusiva concedida a El Diario, el presidente de esa entidad, Santiago Cuneo, habló de las razones que llevaron al cierre de la sucursal delvisense, que no hacen más que graficar la delicada situación que atraviesa el sistema energético argentino.
“Esa estación es de la cámara y hoy está cerrada también por falta de abastecimiento. Fue una inversión que se hizo para tener una estación prototipo, pero cayó justo a fines del año pasado cuando estalló la crisis más profunda. Hoy nos queda nada más que la cenefa, la bandera y la esperanza de volver a tener en algún momento capacidad de abastecimiento, sino es una más de las tantas que sumamos a la inoperatividad”, sentenció el multifacético empresario que también se desempeña en el ambiente teatral y que fue en las elecciones primarias de agosto pasado precandidato a intendente de San Miguel por la UDESO.
Para ahondar en los motivos que precipitaron el cese de actividad de la estación de servicio de CEBRA en Del Viso, Cuneo agregó: “Es una de las tantas estaciones de servicio habilitadas, funcionando y con todo, pero que no tienen combustible. No hay regularidad de abastecimiento, entonces, por más que usted pueda garantizarse un mínimo de fluido, si eso no es permanente, sustentable y sostenido en el tiempo no se pueden afrontar los costos fijos”.
Sin embargo, el titular de la cámara dejó abierta la posibilidad de que el cierre pueda revertirse en el futuro. “El cierre no es definitivo, nosotros tenemos todos los días el trabajo de tratar de conseguir un abastecimiento regular, vivimos de abrir estaciones de servicio, no de cerrarlas”, enfatizó.
-¿Qué es lo que genera en la actualidad esa falta de abastecimiento?
- La situación es terminal porque la Argentina ha dejado de producir petróleo y hemos dejado de ser un país productor para convertirnos en un país exportador. Este año se va a importar el 60% del gasoil que se consume y el 20% de las naftas, y hay un crecimiento permanente de sustitución de producción por importación. Esto afecta abiertamente al estacionero que no tiene una relación directa con la compañía, y a aún a aquellos que la tienen porque hay una situación dominante de abuso de las petroleras que es histórica, pero que en este caso llega al punto de que los estacioneros que tienen contrato de abastecimiento con las marcas han pasado días enteros sin combustible porque las compañías, por primera vez en la historia, han incumplido el contrato que obliga al estacionero a comprarles en exclusividad a la compañía y a la compañía a entregarle al estacionero. Esto quiere decir que la Argentina no está preparada para pasar de productora de combustible a importadora. La Argentina no está preparada a nivel portuario para recibir la cantidad de buques que se necesitan, ni en almacenamiento de logística para recibir y suplir producción nacional con importación de producto.
-¿Esta situación se agrava a partir de un incremento en el consumo?
-El aumento del consumo que el gobierno excusa es relativo. El aumento en la cantidad de vehículos se torna negativo cuando uno analiza el nuevo tipo de motores que consumen hasta un 40 o 50% menos de combustible que lo que consumía un motor 20 años atrás. El aumento de la cantidad de vehículos no es igual al aumento de cantidad de consumo de combustible por vehículo. También es cierto que la clase media compra más autos pero los utiliza sólo los fines de semana con un fin social, familiar y de paseo, o para invertir el dinero pero no para usarlo todos los días. El faltante de combustible es porque no hay, el resto es verso.
10 pesos el litro
Para el presidente de CEBRA, Santiago Cuneo, si se sincerara en la Argentina en valor del combustible, el litro de nafta súper tendría que costar 10 pesos en las estaciones de servicio.
“Con la carga impositiva que tenemos, si se eliminan los subsidios directos o indirectos, usted pagaría 10 pesos el litro de nafta en la estación de servicio. Aparte de lo que usted paga por vía directa, está pagando al resto a través de sus impuestos. El 60% del valor de los combustibles son impuestos; si en la Argentina quieren bajar el precio de los combustibles la única solución es eliminar impuestos”, sostuvo.