Imagen virtual del complejo. La propuesta fue elaborada por el estudio Vacarezza-Tenesini-Angelone.
Con la era de la construcción de grandes countries ya prácticamente agotada, Taxodium se constituye en la actualidad como el proyecto más ambicioso de los que se conocen hasta el momento en lo que respecta a la nueva vedette del mercado del real estate: los complejos de condominios.
Pero la propuesta elaborada por el estudio Vacarezza-Tenesini-Angelone, en conjunto con las arquitectas Verónica Gerszkowicz y Soledad Salas, suma otros condimentos que la hacen única en Pilar y en toda la Provincia de Buenos Aires, debido a que no sólo se trata de un emprendimiento de alta gama sino que será además el primer barrio ecológico elaborado bajo el concepto de arquitectura sustentable.
Taxodium se construye a la altura del kilómetro 49,5 de la Panamericana, en las inmediaciones del Sheraton Hotel y del complejo de oficinas Bureau. Su desarrollo total demandará 25 millones de dólares de inversión y estará concluido a fines del 2012.
El innovador barrio estará formado por 250 viviendas premium rodeadas de un verde bosque. Además, dispondrá de 227 viviendas en planta baja con jardín propio, 434 en primera planta tipo dúplex, y otras 45 viviendas de 60 metros cuadrados también tipo dúplex pero en planta baja.
Según sus creadores, la nueva urbanización ha sido diseñada siguiendo diversas premisas de arquitectura sostenible. En este sentido, las viviendas incorporarán las últimas tecnologías en eficiencia energética. Por ejemplo, tendrán calefacción y aire acondicionado centralizados con sistemas de VRV en los equipos de aire: éstos permiten un volumen de refrigeración variable según la necesidad, evitando el derroche y optimizando el uso.
Los sistemas de calefacción estarán distribuidos en forma inteligente con un manejo racional, lo cual evitará una instalación costosa y el gasto de miles de metros de caños, además de bajar en un 30% los costos de instalación y el costo final para el consumidor.
Los servicios comunes del complejo estarán manejados por un sistema domótico, a fin de optimizar al máximo los consumos y brindar un nivel de confort con mínimo gasto de energía. El sistema de riego, la iluminación de parques y áreas comunes serán volcados al sistema y, a su vez, la central meteorológica permitirá la utilización de parámetros externos para adecuar las instalaciones del complejo (es decir, el nivel de iluminación natural, la temperatura, el viento y la lluvia exteriores serán tomados en cuenta para ajustar el uso de agua, energía, etc.). Además, la iluminación se realizará mediante lámparas de LEDs de última generación.
Por el lado del manejo hídrico, el agua para el riego del parque provendrá de un lago artificial que recibirá los aportes de lluvia y del desagote de la piletas de las unidades, disminuyendo notablemente el consumo.
También se prevé la recolección de residuos en forma discriminada (orgánicos, vidrio y papel) en recipientes especiales, a fin de simplificar su disposición final y reciclado.
Finalmente, en relación al transporte, no se circulará con automóvil por el predio, sino sólo en el subsuelo. De esta forma la planta cero estará libre de gases y el complejo incluirá un estacionamiento subterráneo de 593 plazas diseñado con el fin de no invadir espacios verdes aprovechando al máximo su superficie.
Justamente por sus propiedades verdes, los desarrolladores de este barrio señalan que no es tanto una alternativa para aquellos que trabajan en la Ciudad de Buenos Aires, ya que las emisiones diarias del transporte hasta la capital anularían todo beneficio ecológico del complejo.
Sin embargo, aseguran, que Taxodium se presenta como una interesante alternativa para aquellas personas que trabajan en Pilar y que buscan modelos diferentes al tradicional barrio cerrado de grandes casas aisladas.