Las Pymes locales se quejan, entre otras cuestiones, de la caída de las ventas.
Alejándose de los pronósticos y proyecciones, el impacto real que tuvo la crisis del 2009 sobre las pequeñas y medianas empresas en Pilar fue menor de lo previsto y cerca de la mitad de las Pymes creció durante el año pasado. Sin embargo, la falta de fuentes de financiamiento para la inversión, el aumento de los costos de producción y la disminución de la rentabilidad siguen estando entre las principales preocupaciones del sector.
Los datos corresponden al mapeo productivo realizado por la Municipalidad en conjunto con la Universidad de Bologna y la Fundación Observatorio Pyme sobre las más de 200 Pymes manufactureras del distrito.
Puestas a señalar las principales preocupaciones para este 2010, el 7,8% de las empresas concordó en el aumento de costos de producción, el 7,5% señaló la disminución de la rentabilidad, el 7,3% la alta participación de los impuestos en el costo final de la producción y el 7,2% la caída en las ventas.
En menor proporción, el retraso del pago a clientes y la fuerte competencia del mercado interno también estuvieron presentes al momento de puntualizar los problemas, al igual que las dificultades para obtener financiación.
Sobre este punto, si bien es significativa la proporción de Pymes inversoras en Pilar, que se eleva al 71,8% mientras que a nivel nacional ese promedio apenas supera el 42% y en el área metropolitana de Buenos Aires alcanza el 41%, un 38,8% admitió tener proyectos de inversión frenados por falta de financiación.
Precisamente, al desglosar los datos sobre inversión, el informe revela que el 62,6% de las Pymes encarará las inversiones con recursos propios, en tanto que sólo el 29% recurrirá a créditos bancarios.
A su vez, uno de cada cinco créditos bancarios solicitados fue rechazado. Y en cuanto a las facilidades de financiación otorgadas por el Banco Nación, únicamente el 35% los conoce y sólo el 6% los solicitó. A esto se le suma que el 73% de las empresas no conoce los programas públicos nacionales para financiar inversiones.
No obstante, pese a las dificultades de financiación, cerca del 50% experimentó alguna fase de crecimiento en 2009 y para el 2010, el 51,5% proyecta aumentar la inversión, a diferencia del promedio nacional que en este ítem sólo llega al 33%.
Optimismo
El informe presentado por la Universidad de Bologna pone de relieve las buenas perspectivas que tienen las empresas para el año en curso, tanto en lo que se refiere a ventas como a crecimiento.
En lo referente a la comercialización, el 56,5% de las Pymes cree que las ventas aumentarán, en tanto que el 32,9 considera que se mantendrá en el mismo nivel y solamente el 10, 6 supone que disminuirán. Cifras considerablemente superiores a la media nacional, donde las buenas expectativas sólo están presentes en el 36,4% del total.
Respecto a las exportaciones, también imperan las buenas proyecciones también dado que el 54,9% de las empresas cree que aumentarán este año, y sólo el 2% considera que disminuirán. El resto, se inclina porque no variarán.
En Pilar, un 27% de las empresas encuestadas son de base exportadora y un 16,9% si bien no nació específicamente con este propósito, se abrió al mercado internacional.
Desmembrando los datos acerca de este campo, se desprende que dentro de las firmas de base exportadora, el 38% pertenece al rubro del caucho y plástico, el 35% a productos químicos, el 33,3% a vidrios y el 33,3% a alimentos.
En tanto que los principales destinos para el comercio exterior son América Latina y el Caribe, en un 36,9%, seguido por Uruguay y Paraguay con un 27,9% y por Brasil, con un 17,1%.
El mapeo productivo tiene como objetivo la confección de un diagnóstico del sistema empresarial e industrial local útil para el diseño posterior de políticas públicas adecuadas a la realidad del distrito. En una segunda etapa, el trabajo de campo continuará con el relevamiento de los sectores de servicios, de logística y las industrias multinacionales.
Técnicos se buscan
En lo referente a los recursos humanos, la falta de mano de obra calificada fue el problema más señalado por las empresas consultadas.
Así, el 58% de las Pymes manufactureras reconoció haber encontrado algún grado de dificultad para reclutar mano de obra.
En cuanto a la composición del personal, el 65,9% de la demanda corresponde a operarios calificados y técnicos no universitarios, el 52,9% a operarios no calificados y el 41% a universitarios.
De todos modos, del relevamiento surge que el 80% de las empresas locales invirtió en algún tipo de capacitación para sus empleados, a diferencia de lo que sucede a nivel nacional, donde este indicador apenas supera el 45% y en el área metropolitana de Buenos Aires, donde llega al 42%.