Pipi Piazzolla

“Siempre hay que tocar como si fuera la última vez”

Llega con su trío a IntegrArte, cuyo auditorio lleva el nombre de su abuelo. Dice que el jazz goza de buena salud y destaca el interés del público por músicos “creando en tiempo real”.

Por Redacción Pilar a Diario 12 de marzo de 2023 - 08:54

Por Sergio Abrate

Pipi Piazzolla ha venido a tocar a IntegraArte, “miles de veces”, como él mismo señala. De hecho, el auditorio del centro cultural lleva el nombre de su abuelo Astor. Pero el próximo sábado 18 de marzo a las 21, llega con disco nuevo y cambios en la formación de su trío. A su batería la acompañará Mariano Sívori en bajo eléctrico en lugar del guitarrista Lucio Balduini, que está en Nueva York y Damián Fogiel en saxo tenor.

A continuación reproducimos la charla del baterista con el programa Materia Prima de FM Plaza 92.1

-Hay una búsqueda de la espontaneidad en tu música. El último disco, “Stick shot”, fue grabado en cuatro o cinco horas. ¿Realmente fue así?

- Sí, prácticamente todos los discos fueron así. El primero, “Arca Rusa” (2012), lo hicimos en una hora y media porque la idea era tocar todos los temas seguidos unidos por transiciones, era una búsqueda de ese momento. El tercero, “Rata” (2019) fue en un día en los estudios Ion y este último sí, en cuatro o cinco hora ya estaba liquidado. Lo que pasa es que nosotros grabamos en vivo como si estuviéramos tocando en un show. Grabamos todos juntos y siempre intentamos que lo que se escucha en vivo sea lo mismo que pasó en el estudio.

-Igual imagino que hay horas y horas de trabajo, ensayo antes de meterse en el estudio ¿o no tanto?

- Por lo general el trío toca mucho y cuando llegamos al estudio está ensayado. Lo que no quita que haya un montón de grupos que tocan mucho y después van al estudio y están un mes. Graban la batería en siete días, el bajo en cuatro. Son diferentes maneras. Yo trato de guiarme por lo que hicieron mis ídolos y me parece que los ídolos del rock hacían lo mismo. No creo que un grupo como Led Zeppelin no toquen todos juntos a la hora de grabar. En el caso del rock extraño un poco esa sonoridad no tan elaborada, pero por lo menos yo lo puedo hacer.

-Leí una declaración tuya que me encantó y dice “nunca tocaremos en un estadio pero somos libres”. Otro género que no fuera el jazz ¿te permitiría esa libertad?

- La frase está buena, no sé en qué contexto la dije. Yo siento que los temas que yo hago, un día pueden durar tres minutos, otro día pueden durar diez. Otro día puede cambiar el repertorio sin avisarle a nadie, puedo cambiar el tempo de los temas. A lo que me referí un poco es a que nosotros en este estilo no trabajamos con productores, con gente que te dice lo que tenés que hacer, cuánto tiene que durar el tema, cómo tenés que afinar la batería, cómo tiene que ser la letra, cómo tiene que sonar el bajo. No tenemos eso. Tal vez esté mal pero yo me siento libre como un pintor que a la hora de estar frente a un cuadro pinta lo que quiere.

-¿Cuál es el panorama del jazz en nuestro país, hay suficientes lugares para tocar, hay radios que difundan el género?

- Hay una radio que se llama Blackie (89.1) que está muy buena, tiene muy buena señal y pasa las 24 horas jazz. Hay algo que me dijo un productor de España haces unos meses. Buenos Aires es increíble, todos los clubes de jazz cierran y acá todos los días abre uno nuevo. Está lleno de clubes de jazz para tocar, los clubes están todos los días llenos y eso habla un poco de la cantidad de grupos que están tocando y de las ganas de la gente de ver a los tipos tocar de cerca en un bar. Tal vez se puede dar también en un lugar de tango o de folclore, pero dentro de lo que es la Ciudad de Buenos Aires, el toque en vivo, con los músicos tan cerca, creando en tiempo real se ve que es algo que la gente está empezando a buscar.

-Viste que vas a un recital masivo y lo terminás viendo por la pantalla. Obvio que para el músico está buenísimo tocar en un estadio, no digo lo contrario. Pero esa cercanía con el público debe ser buenísima.

- Obvio. Pero tocar no es lo mismo que ir a un recital, tres horas antes, no podés sentarse. Vos vas a un club a ver música, te podés sentar, te podés tomar un vinito, te comés algo rico, ves el show, te sale diez veces menos que un recital o que ir a ver una obra de teatro a la calle Corrientes y la gente la pasa muy bien. Después, yo qué sé, nosotros nos bajamos del escenario, nos ponemos a charlar con el público. Me encanta tocar en teatros pero siempre es más frío. A los clubes no hay con qué darles.

-De dónde se nutre el señor Piazzolla a la hora de hacer crecer su música en la búsqueda de ese camino de libertad que mencionás?

- Siempre viendo a los mejores, a los que son mejores que yo. Eso hace que esté muy motivado. Buscando todo el tiempo cosas nuevas, miradas nuevas. Ayer salió un nuevo disco de Mateo Ottonello, que es un baterista uruguayo tremendo, y ya me lo escuché y todo eso me entusiasma. Trato de estar actualizado. Escuchar el pasado pero también el presente.

-¿Qué te pasa con el rock argentino, música con la que creciste?

- Con Escalandrum hemos hecho una versión de “No soy un extraño”, de Charly García y de “Ji Ji Ji” de los Redondos, cuando se cumplieron 30 años del disco “Octubre”. Obviamente Charly, Spinetta Fito me gustan mucho y también Virus y Soda Stéreo. Estoy esperando con ansias algo de la actualidad que me provoque lo mismo.

-Y, es difícil, capaz que no vaya a pasar.

- Creo que materia prima debe sobrar pero los que manejan el mercado musical no se lo permiten. Es imposible que desde Rosario no vengan, canciones con buenas letras y buenas melodías. Hay una barrera que no permite que aparezca. Fito Páez es un compositor increíble, sacó un disco el año pasado que está buenísimo, que ganó un montón de premios y por la radio ni lo pasan. Ahí hay algo raro.

-¿Qué show vamos a ver en IntegrArte?

Vamos a tocar músicas de nuestro último disco, quedé muy conforme, salió en vinilo y en CD, por si quieren averiguar con el club del disco, y músicas nuevas. Cada vez que viene un reemplazo le exigimos que traiga una canción, así que Mariano Sívori trajo un tema buenísimo. Va a ser un show a matar o morir. Siempre les digo a los muchachos del trío que hay que tocar siempre como si fuera la última vez. Acción va a haber.

 

 

 

El recomendero

-Si tuvieras que recomendarle a alguien que no conoce nada de jazz, ¿por dónde debería arrancar?

- Para que entren bien en onda, les recomendaría “Kind of blue”, de Miles Davis; “Time out” de Dave Brubeck y para sincronizarlos un poco con los sonidos más actuales esos discos de Herbie Hancock de los 70, “Head Hunters” o “Thrust”. Es como si fuese jazz pero funkeado que es como una mezcla increíble y que suena muy actual. Hoy en día hay grupos que están buscando ese tipo de sonoridad. Y también decirle a la gente que el jazz hoy en día es sinónimo de libertad y cuando uno toca un concepto de jazz se mezclan un montón de géneros. Podés encontrar un montón de propuestas, más electrónicas o jazz cantado, hay de todo.

 

El dato

Pipi Piazzolla Trío. Sábado 18 de marzo a las 21 en IntegrArte. Estanislao López 344, Pilar. Anticipadas $1.600; puerta $2.000. Invitan Multimedio Pilar; pilaradiario.com y FM Plaza 92.1.

 

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