De los pioneros a ser una de las más grandes de la Provincia

“Acá está la obra, el trabajo y la generosidad de todo Pilar”

Lo señaló Sonia Lembeye, presidenta de la Biblioteca Bartolomé Mitre, que anoche celebró sus cien años. Destacó el aporte permanente de la comunidad hacia la institución.

Por Redacción Pilar a Diario 13 de marzo de 2022 - 00:09

La Biblioteca Popular Bartolomé Mitre celebró anoche, sus 100 años de vida en la comunidad de Pilar. Lo hizo con música en vivo, invitados, como el intendente Federico Achával y la presidenta de la CONABIP, María del Carmen Bianchi, una visita guiada por la institución y la inauguración de obras artísticas. A su vez, se mostrará por primera vez un trabajo del pintor Alejandro Gato Maass, el sexto que dona a la institución, en este caso, en homenaje a “Don Quijote de la Mancha”, de Cervantes.

En una entrevista con el programa “Aire de sábado”, por FM Plaza, la presidenta de la entidad desde hace 33 años, Sonia Lembeye, recordó los orígenes de la institución fundada por “un grupo de jóvenes pilarenses que se juntaban para jugar al fútbol en Atlético, que era todo campo. Ellos fueron los pioneros, que fundaron el Club Atlético, la Asociación Italiana y la Biblioteca. Eran iluminados”. Alberto Irazoqui, Carlos Battaglia, Eduardo Ferrarotti, Santiago Bergé y Domingo Metetieri, los nombres de aquellos pioneros.

“Entendieron que el pueblo necesitaba una biblioteca. En 1921 no había libros, ni librerías. Poca gente tenía libros y poca gente además, sabía leer. Solamente existían las escuelas Nº 1 y Nº 4. Alquilaron una pieza frente a la plaza. Allí estuvo 3 o 4 años. Pusieron un bibliotecario, José Rossi”, apuntó Lembeye.

Los preparativos del centenario hicieron que los organizadores fueran revisando los libros de actas de los cuales “sacamos los principales acontecimientos renglón por renglón”, señaló la presidenta de la entidad. En ese sentido agregó: “nos dimos cuenta de toda la gente que hizo donaciones, que venía a ayudar, que cocían una cortina, que conseguían libros. El suplemento con la historia de la biblioteca tiene extractados los acontecimientos primordiales”.

Acerca de la vinculación estrecha de su familia con la entidad, Lembeye recordó que su mamá, Edelma Lembeye, “era loca de la lectura. Estuvo 53 años (como bibliotecaria). Se enamoró de la biblioteca. Y tenía un trato con la gente tan especial por lo que es tan querida y recordada”.

Sobre el arraigo que la entidad tiene entre los vecinos no duda que sentenciar que “no hay profesional ni comerciante de Pilar que no haya pasado por la sala. Siempre le digo a la gente que los Lembeye solos no hubieran podido hacer nada. El apoyo de los vecinos, comerciantes, profesionales, voluntarios, amigos. Gente que donaba sin dar su nombre, eso hace grande a una institución. Nosotros hemos sido custodios, pero acá está la obra, el trabajo y la generosidad de todo Pilar”.

En otro tramo de la entrevista radial aclaró que la entidad siempre se mantuvo al margen de la política partidaria lo que permitió que “todos los intendentes que pasaron por Pilar ayudaran”.

-¿Cuántos títulos tiene la Biblioteca?

- Registrados en el sistema informático, tenemos más de 100 mil. Pero la biblioteca tiene más de 200 mil y todavía no hemos llegado a incorporarlos. Lo tiene que hacer una persona que sea bibliotecaria. Tenemos la fortuna de tener dos bibliotecarias egresadas de la universidad para una clasificación universal. La Municipalidad ayuda con los sueldos de esas dos personas. Tenemos 400 metros cuadrados. Son 200 en plantas baja, donde nos encontramos con la bibliografía. Arriba tenemos el SUM, un salón enorme y hermoso con 100 sillas. Nuestra biblioteca es una de las más grandes de la provincia. Nosotros por año compramos entre 600 y 1.000 libros con el dinero de CONABIP (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares).

A su vez Lembeye se refirió a las permanentes donaciones de los vecinos. “Hay donaciones particulares, como la familia Grimoldi, de los calzados. Toda la biblioteca la donó Jorge Grimoldi, el último heredero. Fueron 787 libros. También está la biblioteca del doctor Manzone, del doctor Ferrá, del doctor Capello, de Miguel Pando Carabassa. Gente que ha venido cuando antes de morir y traía los libros más valiosos. Me he quedado helada”.

Por último indica que en la biblioteca el libro “es palabra santa, es el protagonista. Que a nadie se le ocurra romperlo o dejarlo destartalado. Por eso es tan importante tener el personal bien formado como bibliotecario. Saben todo, desde encuadernación a cómo cuidarlo para que no se apolille, cómo detectar si hay alguno abichado. La biblioteca no es municipal, provincial ni nacional, es popular. La fundaron gente del pueblo y es de los socios”.

(Edelma Lembeye, su madre) “era loca de la lectura. Estuvo 53 años (como bibliotecaria). Se enamoró de la biblioteca.

Y tenía un trato con la gente tan especial por lo que es tan querida y recordada”.

“El apoyo de los vecinos, comerciantes, profesionales, voluntarios, amigos. Gente que donaba sin dar su nombre, eso hace grande a una institución”.

Hay donaciones particulares, como la familia Grimoldi. También está la biblioteca del doctor Manzone, del doctor Ferrá, del doctor Capello, de Miguel Pando Carabassa. Gente que ha venido cuando antes de morir y traía los libros más valiosos”.

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