Literatura

La nueva gran payada de Mauro Peverelli

El escritor pilarense ganó una mención de la Fundación María Elena Walsh por su novela “Santos Vega”, en la que aborda a uno de los grandes personajes criollos.

Por Redacción Pilar a Diario 11 de mayo de 2020 - 12:27

Siempre vigente y reconocido por propios y extraños, Mauro Peverelli ha cosechado un nuevo logro: el escritor pilarense acaba de ser premiado con una mención en el certamen literario que anualmente organiza la Fundación María Elena Walsh.

El reconocimiento llegó con “Santos Vega”, novela corta en la que aborda a un personaje legendario de las pampas, el payador al que nadie era capaz de vencer en aquellos duelos dialécticos entre gauchos.

“El certamen no tiene mucho recorrido pero es muy prestigioso, porque lo organiza Sara Facio, fotógrafa y compañera de María Elena Walsh”, explicó Peverelli a Materia Prima (FM Plaza 92.1). Además, del jurado participaron el escritor Pablo De Santis, la ensayista María Moreno, encargada del Museo de la Lengua, y Tomás Downey, ganador del concurso en 2019.

Este año, la consigna era novela corta con la temática “Biografía novelada de personajes históricos o contemporáneos”. Así, el escritor echó mano a una obra inédita que aún estaba corrigiendo, basada en Santos Vega y llamada precisamente como el payador.

Figura

Sobre el personaje abordado, Peverelli recordó que “Santos Vega fue un payador que vivió allá por 1820. El mito se construye a raíz de que era imbatible en los encuentros de payadas, donde ganaba quien dejaba al otro sin habla. Pero muere después de una última payada con un desconocido, que aparece ahí totalmente vestido de negro. Decían que era el mismísimo diablo, el único que podía derrotarlo…”.

Sin embargo, agregó que a su alrededor “se construye una figura en la que Santos Vega sería el viejo país derrotado por lo nuevo, el progreso. Yo me referí a eso, a él como lo denostado, la barbarie. Es en parte la derrota de las ideas de la Revolución de Mayo”.

Así, con su final “pierde el país de los gauchos federales, del interior, que era un poco más integrista”.

La de Vega fue parte de una tradición milenaria y por demás humana: la contienda dialéctica, los juegos de palabras, el uso del idioma para derrotar a un adversario. “Viene desde la Edad Media con los pregoneros. Hace unos años, en la cancha con las dos hinchadas pasaba eso, y ahora se repite con las ‘batallas de gallos’ entre dos chicos”, aseguró.

Además, a diferencia de Martín Fierro, que es un personaje imaginario, Santos Vega existió, “por lo que algunos autores hicieron versiones de la historia. Casi toda es literatura del siglo XIX, escribió sobre él hasta Bartolomé Mitre”.

En el caso de la novela del pilarense, “me centro sobre la persona que le gana. Un historiador lo rastrea y deduce que era un espía inglés, como la figura de la penetración cultural, una derrota simbólica de la manera de vivir argentina”.

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