ENTREVISTA

“Es una película incómoda, profundamente movilizadora”

Graciela Borges habló con El Diario antes del estreno de “La quietud”. Por primera vez fue dirigida por Pablo Trapero. Una diva “con capacidad de asombro”.

Por Redacción Pilar a Diario 26 de agosto de 2018 - 00:00

Dueña de una carrera que bordea el medio centenar de películas, Graciela Borges será partícipe este jueves de un nuevo estreno: la actriz es una de las protagonistas de “La quietud”, en la que por primera vez trabaja bajo la dirección de Pablo Trapero.
Con el sello distintivo de su director, la historia trascurre en una estancia familiar llamada “La quietud”, donde Mia (Martina Gusmán) creció con sus padres. Una situación inesperada la obliga a reunirse con su hermana Eugenia (Bérénice Bejo), quien regresa tras varios años de vivir en París. El reencuentro ocurrirá bajo la mirada implacable de su madre, Esmeralda (Graciela Borges). La convivencia sacará a la luz aspectos inquietantes en medio de un ambiente apacible a simple vista.
“Hay que ir a verla –recomendó Borges a El Diario-, contrariamente a llamarse ‘La quietud’, los temas que toca son de mucha inquietud. Es una familia muy especial en la que se están sacando capas de esa belleza, en ese lugar, que parece armónico a pesar de la suciedad que hay”. Y agregó: “Es una película bien Trapero. Hay directores que imprimen su marca, como Favio o Torre Nilsson, esta película es Trapero puro”.
A días de la presentación, confesó que “nunca en la vida he sentido mucho cosquilleo antes de un estreno, empecé desde tan chica que no me desborda. Ojalá que guste y nos vaya bien, pero hago las cosas y luego trato de retirarme para no llenarme de ansiedades, porque lo que tenga que pasar va a pasar. Es un hecho casi de sabiduría, algo que siempre he sentido y no me lo he inculcado. Aunque es un estreno y tiene un peso específico”.

Incómoda
El elenco se completa con Joaquín Furriel y Edgar Ramírez. “Siento que es una obra coral –expresa la actriz radicada en Pilar-, fue una experiencia muy linda. Para seguir trabajando en esto una debe tener la capacidad de asombro y el alma como de niña, siempre a la expectativa de cómo nos va a ir, qué dirá la gente…”.
No obstante, adelantó que “es una película incómoda, profundamente movilizadora. No es lo mismo que una comedia ligera. Me pregunto cómo se tomará, eso es todo”.
Además, destacó la relación que mantiene con Martina Gusmán, indicando que “la quiero mucho, somos muy amigas desde hace varios años, nos conocimos en Cuba. Siempre pensábamos en trabajar juntas, y cuando Trapero me dijo que tenía un libro, le dije ‘ni lo leo’, me jugué la vida”.
Por otra parte, el papel de Graciela Borges le insumió un profundo cambio físico, metiéndose en la piel de una mujer con un pasado lleno de oscuridad. “Fue un susto horrible (risas), pensé que para acompañar a este personaje durísimo y patético hacía falta envejecerlo mucho: ponerle muchas arrugas, marcarlo mucho, con una tensión grande en la cara, muchas canas… Me parece que se nos fue la mano (risas)”. 


“Hay directores que imprimen su marca, como Favio o Torre
Nilsson, esta película es Trapero puro”.


“Es una película incómoda. No es lo mismo que una comedia ligera.
Me pregunto cómo se tomará, eso es todo”.


“Hago las cosas y luego trato de retirarme para no llenarme
de ansiedades, porque lo que tenga que pasar va a pasar”. 
 

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