Soy mano: Visitas

Por Redacción Pilar a Diario 2 de septiembre de 2017 - 00:00

Por Graciela Labale

Esta semana fue y es, en Pilar, semana de visitas trascendentes. El martes pasado, al gimnasio del Instituto Madre del Divino Pastor, llegó el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, actividad organizada por la Defensoría del Pueblo de Pilar. Con el eje puesto en los derechos, desarrolló una charla que resultó una verdadera caricia al alma. Palabra necesaria la de Adolfo en estos tiempos de tanto fanatismo, falta de objetividad y escasa profundidad en casi todos los temas que se abordan. Con sencillez y compromiso fue devanando historias dentro de la historia que nos toca vivir diariamente. Sintiendo y contando. Es por eso que arrancó haciendo un ejercicio entre todos los concurrentes que tenía que ver con la identidad, con el que tenemos al lado, con el vecino de silla a partir de una pregunta: ¿se conocen? Y que culminó con un abrazo. Así con un gesto tan simple y tan cercano habló de las diferencias, de la diversidad, de los matices, de no dejarnos llevar por tanto "monocultivo de mentes” que termina intoxicándonos, haciendo un parangón con el monocultivo de la tierra y los agrotóxicos. El monocultivo de las mentes,  a través del discurso único y el monocultivo de la tierra que se contrapone a la tan necesaria diversidad. Conversó acerca de la democracia y la igualdad, de las leyes justas e injustas, y en cuanto a estas últimas invitó a cuestionarlas y rechazarlas, marcando que a la democracia no se la sostiene solo votando cada 2 años.
Y por supuesto habló de la desaparición forzada de Santiago Maldonado, de los pueblos originarios a quienes acompaña desde siempre, de las tierras vendidas a los magnates Lewis y Benetton con los mapuches adentro, en la década de los 90, a menos de su valor fiscal, de Facundo Huala, juzgado dos veces por resistir junto a su pueblo, la primera vez con un juicio realizado dentro del cuartel de Gendarmería de la zona. Citó a Paulo Freire, al Papa Francisco, recordó el Coloquio de París de 1981 en el que estuvo junto a Cortázar y en el que se declaró figura jurídica a la figura del "desaparecido”. Invitó a hacer un culto por la memoria, la verdad y la justicia y dejó un mensaje esperanzador a través de citas textuales: "Si supiera que el mundo se acaba mañana yo hoy todavía plantaría mi manzano” (Martin Luther King)  y "Si no sabés a dónde vas, regresa para saber de dónde viniste” (Proverbio Zen). Libertad, Paz y Bien.
Y siguen las visitas, esta noche en el centro cultural IntegrArte Pilar, como parte de la celebración de sus 10 años de vida, llegan para sus "Abrazos de voz” Liliana Daunes, Patricia Andrade y la guitarra de Leonardo Andersen para cantar, contar e interrogar el silencio en la búsqueda de la belleza. Otras voces necesarias. Qué más se puede pedir… toda una respuesta a la amenazante tempestad!

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