SOY MANO

Luchando con molinas de viento

Por Redacción Pilar a Diario 26 de agosto de 2017 - 00:00

por Víctor Koprivsek

La marea avanza y crece, es la comunión de las cosas, el punto de encuentro donde las miradas y los abrazos confluyen. "Que los ideales florezcan”, me dijo un compañero, un líder. Las empresas comunes abren la puerta al desafío mayor: el bien común.
Poner en manos de Dios las cosas no es desligarse sino aferrarse a una certeza que por Fe otorga un lugar de participación sobre un asunto o varios de nuestras vidas a algo más grande; es darle lugar para que intervenga. ¿Es un refugio Dios? Para muchos de nosotros, sí, y un escudo y una espada. Como la Biblia. En general se acude a Dios cuando estamos mal, así sucede y es verdad. Sin embargo, la gratitud y el perdón son herramientas fundamentales en el día a día.
Pienso y comparto esto porque el Soy Mano tiene esta virtud: la posibilidad de ir hilvanando cosas que llevan más de 10 años en El Diario Regional del sábado. Y ¿por qué no hablar de esto?
De la fuerza de la oración, del reparo que nos contiene, de los confines y de todo cuanto nos rodea y es obra magnífica y deslumbrante, del asombro y la bendición.
Nuestro paso por este mundo es fugaz, "somos peregrinos y forasteros”. Esa es una premisa interesante que nos iguala a todos. Fuimos niños como chispas encendidas en las noches y los juegos, con risas y tristezas, con presentes dispares y futuros insospechados. Luego crecimos adolescentes abriéndonos paso en la osadía de vivir y creernos inmortales. Más tarde nos convertimos en hombres y mujeres resueltos. Pero al final, la muerte nos espera con su victoria majestuosa.
Besaré sus labios como a los labios de mi amante y lo haré con la pasión vívida de tanto que ha sido en esta tierra: fuego y agua, piel y sombras. Luz, poesía, rostros, seres amados, amistades, barrio, coraje, familia. Dios.
Poner las cosas en sus manos hace que sucedan. Lo sé. "No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí, te sostendré con la diestra de mi justicia.” Isaías 41:10. 

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