Marea alta. Escuelas que se vuelven barcos.
El domingo hay sobres firmados que esperan las boletas de la interna. Mesas y aulas con los vidrios tapados. Elecciones PASO.
Derqui se prepara para vivir un día intenso. Una batalla espera al final de la partida. Cuando se firmen las actas de escrutinio, cuando el sol caiga y la noche se vuelva día.
Será un punto de partida rumbo a octubre y más allá.
Imaginate una piedra gigante que cae y golpea con pesadez el asfalto que no fue, una piedra que retumba en el barrio hasta el último árbol y la última rama. Cuando caiga.
Es necesario que así sea.
Palabras del Predicador, hijo de José, transcribió de las sagradas escrituras: "Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz”.
Ya se prepara la legión de fiscales, ya se suman los responsables de escuelas, la estructura gime, se retuerce, se recienten los rieles que presienten el tren que llega.
Alguien caerá por fin.
Las urnas llenas, el vaivén del día, los autos que llevan y traen, las familias reunidas en la mesa del domingo, charloteando sobre el asunto mientras se agitan los confines de los barrios.
Dios sabe. Hay propósito en las cosas.
"Generación va, y generación viene; más la tierra siempre permanece. Sale el sol, y se pone el sol, y se apresura a volver al lugar de donde se levanta. El viento tira hacia el sur, y rodea al norte; va girando de continuo, y a sus giros vuelve el viento de nuevo. Los ríos todos van al mar, y el mar no se llena; al lugar de donde los ríos vinieron, allí vuelven para correr de nuevo.”