No fue hace tanto tiempo: en mayo de 2015, El Diario titulaba "La gran revancha del teatro local” a una nota sobre el tan ansiado resurgimiento de la actividad en el distrito, tras varias épocas de vacas flacas.
Sin embargo, lo que parecía ser un despertar definitivo se frenó en seco en los últimos meses: la sala del Teatro Lope de Vega se llenó apenas un par de veces, siendo gran mayoría las funciones que no lograron ocupar ni siquiera la mitad del recinto.
Las alarmas comenzaron a encenderse con la nueva gestión, que introdujo cambios –entre otros- en el sistema de reparto y venta de entradas, casi sin margen para que las compañías se encarguen de su propia convocatoria.
Luego de un comienzo agitado y con más de una discusión, en las últimas semanas, los números hablan por sí solos: el sábado 24 de septiembre, "Así empezó la cuestión”, con Tito Ramos y Víctor Hugo Vieyra, fue vista por ocho espectadores. Sí, ocho: mismo número para "Una furia patria”, del Grupo Caníbal, la noche anterior.
Fueron ocho también las personas que presenciaron una de las noches de homenaje a Shakespeare y Cervantes, entre el 29 de septiembre y el 1º de este mes. Números que preocupan a la comunidad artística local.
"Tristeza absoluta por la destrucción de un teatro en tan poco tiempo y por el falso encuentro, o sea desencuentro de cultura”, expresó días atrás Daniela Alonso, integrante de la Comedia del Pilar, a través de las redes sociales. "No me cabe ninguna duda de quiénes son los responsables y culpables directos –agregó-, aunque no se llevan solo ellos todos los laureles. El teatro estaba sucio, frío, oscuro, lucía tenebroso y éramos ocho, entre los cuales, tres eran empleados municipales”.
Precisamente, la Comedia del Pilar, que está cumpliendo 50 años, tuvo hasta el momento solo una noche a disposición para "Orégano”, que fue una especie de oasis, ya que se representó a sala llena. Otra que llenó fue la ópera "La serva padrona” (Pilar Lírica) en su primera función, pero en la segunda presentación, el pasado viernes, solo llegó a la mitad.
Cifras
Rozza Orzuzza –que se había acostumbrado a la sala llena o, al menos, muy bien poblada- realizó cinco funciones de "Un momento argentino”: el estreno registró 87 espectadores, las dos siguientes, unas 60 personas, y las dos últimas, 44 y 43, respectivamente. Hernán Deluca, director de la compañía, opinó que "quizás quieren una sala vacía, para decir que los grupos no tienen poder de convocatoria”.
Por su parte, a fines de agosto, al unipersonal "Asesino”, de Jar Rolón, asistieron 22 personas, otra cifra que corresponde a épocas que parecían superadas. "Como no nos dejaron promocionar 2 x 1 decidimos no regalar ninguna entrada. Nos habían prometido que enviarían entradas de cortesía a los medios, pero ninguno las recibió”, aseguró el delvisense. El mismo problema tuvieron las demás agrupaciones, y Jony Galván tuvo que suspender la grabación de un disco en vivo por motivos similares.
En junio, El Diario reflejó la situación que se vivió en algunas Casas de la Cultura, con concurrencias de –por ejemplo- dos personas, u obras que no se realizaron por la ausencia total de espectadores. Sin embargo, en esos casos los artistas lo atribuyeron al mal clima o la simple posibilidad de que no se haya captado el interés del público.
El Lope de Vega marcha inexorablemente hacia épocas pasadas. ¿Impericia o parte de un plan del que no se conocen sus motivos? Pregunta que por el momento no tiene respuesta.
Silencio
Esta semana, El Diario intentó entrevistar al encargado del Lope de Vega, Matías Sicardi, pero no fue posible, según el funcionario, por cuestiones de agenda.
"Quizás quieren una sala vacía, para decir que los grupos no tienen poder de convocatoria”.
HERNÁN DELUCA.
"Nos habían prometido que enviarían entradas de cortesía a los medios, pero ninguno las recibió”.
JAR ROLÓN.
