La artista Romina Goransky dio un taller de origami donde se enseñó cómo hacer una grulla.
De colores, con mensajes, grandes, chicas, pintadas a mano, o hechas con papel de diario, las grullas de papel invadieron la galería de arte Phos reflejando el éxito de una campaña iniciada a principios de este mes que despertó el interés de grandes y chicos.
Desde su lanzamiento hasta el momento, más de 3.000 grullas fueron recolectadas en la galería del shopping Torres del Sol en el marco de la iniciativa “Mil Grullas por la Paz”. Alumnos de colegios de Pilar e incluso de provincias como Santa Fe enviaron sus propias aves de papel sumándose a una movida mundial que tiene como meta sensibilizar acerca de la paz en el mundo.
Los primeros en sumarse fueron los chicos del colegio Solar del Pilar, que aprovechando una iniciativa impulsada por profesoras de distintas áreas a principio de año, enviaron sus creaciones hechas en las horas de plástica, en recreos y en sus propias casas.
Fue en 6º grado y a partir de la lectura de la novela de Samuel Omeñaca, “El grito de la Grulla” en la hora de prácticas del lenguaje donde se encendió la mecha que terminó por alcanzar a buena parte de la primaria.
Tras conocer el significado filosófico de las grullas, decidieron adherir a la campaña mundial surgida en Japón después de la segunda guerra mundial, retomada por Phos y El Diario.
Precisamente, por tratarse de una iniciativa mundial, ésta llegó oportunamente también a escuelas de otros distritos, como el Colegio Ceferino Namuncurá de City Bell que se hizo presente en la galería a través de unas 700 grullas de todo tipo y color hechas por chicos de 4º, 5º y 6º grado A, B, y C coordinados por la artista plástica y docente María Paula Padegimas, y el Colegio “Nuestra Señora de la Merced” de Rosario.
Por su parte, los alumnos de la Escuela 27 de Presidente Derqui también se plegaron a la movida armando sus propias grullas con la técnica origami.
En relación a la génesis de la campaña y a la decisión de impulsarla desde el espacio que dirige María Claudia Defante, la titular de Phos, afirmó que “conocía hace años la campaña y siempre me gustó, sobre todo por la energía que uno pone en hacerlas, la fuerza que uno pone para que la grulla salga bien”.
En este sentido, destacó que “dedicar tres o cinco minutos a pensar y darle un sentido a por qué estoy haciendo la grulla me parece que está bueno, además en un mundo tan materialista hacer algo con tus propias manos es importante” al mismo tiempo que remarcó que “la campaña tiene un mensaje interesante”.
Tinto y grullas
El restaurante Tinto y Soda del Shopping Torres del Sol también fue epicentro para el armado de grullas. Sin distinción de edad, buena parte de los clientes se animaron a hacer sus propias grullas siguiendo las instrucciones detalladas en los individuales ubicados en las mesas, las mismas aves que hoy decoran parte del salón.
“Tiene algo de lúdico y también es un desafío, porque no es sencillo hacer las grullas y si te desconcentrás no sale”, observó Defante, para agregar que “es todo un juego muy lindo”.
Probablemente sea el costado lúdico el que logra que tantos chicos se hayan prendido en la campaña, incluso algunos fuera del ámbito de las aulas que también se acercaron a la galería a aportar su creación. “Fue una experiencia enriquecedora ya que cada uno aportaba sus logros y ofrecía su ayuda para que sus compañeros pudieran armarlas. Todo el segundo ciclo se involucró en la propuesta: 6º le enseñó a 4º y luego a 5º”, Marcela Celso, docente de Prácticas del Lenguaje del colegio Solar del Pilar.
Historia
La historia de las grullas surgió hace 50 años, después de la bomba atómica de Hiroshima. La protagonista es una niña de 11 años llamada Sadako Sasaki a la que poco tiempo después de la tragedia le fue diagnosticada una leucemia y fue entonces cuando una amiga le contó la tradición nipona que asegura que le concederán un deseo a aquel que consiga doblar 1.000 grullas de papel. Lamentablemente, perdió la batalla contra la leucemia antes de completar las 1.000 grullas.
Conmovidos, sus amigos y compañeros de la escuela se propusieron terminar de plegar las mil grullas como un homenaje a su dedicación y se comprometieron también contarles a otros niños de Japón y del mundo cuál había sido la historia de otros chicos que no pudieron sobrevivir a la bomba atómica.
En Phos, una tarde dedicada al origami
Referente en la técnica oriental de plegado de papel, la artista Romina Goransky brindó ayer un taller en Phos con entrada libre y gratuita donde compartió las primeras nociones de la técnica.
La iniciativa reunió a varias personas que con entusiasmo finalizaron el encuentro armando su propia grulla que también se sumará a la enorme colección que a partir del próximo 6 de agosto será expuesta en diferentes espacios.
Una parte de las grullas se exhibirán en la galería, mientras que otro tanto permanecerá a la vista en Tinto y Soda. El grueso de los trabajos se expondrá en un espacio público a definir en conjunto con la Subsecretaría de Cultura municipal.
La campaña estará vigente hasta el próximo 6 de agosto. Hasta esa fecha, las grullas pueden dejarse en la redacción de El Diario. Pedro Lagrave 254, Pilar o en la galería Phos (Local 118 Shopping Torres del Sol. Panamericana Km. 50).