OCTUBREANDO: Estatuto del hombre

por Horacio Pettinicchi
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26 de julio de 2011 - 00:00

 


Artículo I

Queda decretado que ahora vale la verdad, /que ahora vale la vida /y que con las manos unidas /trabajaremos todos por la vida verdadera.

Artículo II

Queda decretado que todos los días de la semana, /incluso los feriados más solemnes, /tienen derecho a convertirse en mañanas de domingo.

Artículo III

Queda decretado que a partir de este instante /habrá girasoles en todas las ventanas, /que los girasoles tendrán derecho /a abrirse dentro de la sombra /y que las ventanas han de permanecer, el día entero, /abiertas hacia el verde donde crece la esperanza.
Artículo IV

Queda decretado que el hombre /no precisará nunca más dudar de los seres humanos, /que cada hombre confiará en su especie /como la palmera en el viento, /como el viento en el aire, /como el aire en el campo azul del cielo.

Artículo V

Queda decretado que los hombres /están libres del yugo de la mentira. Nunca más será necesario usar la coraza del silencio, /ni la armadura de las palabras. El hombre se sentará a la mesa /con el corazón limpio, /porque la verdad será servida antes de la sobremesa.

Artículo VI

Queda establecida, por lo menos durante diez siglos, /la práctica soñada por el profeta Elías, /en la que lobo y cordero pastarán juntos /y su aliento tendrá el gusto mismo de la aurora.

Artículo VII

Por decreto inderogable queda establecido /el reinado permanente de la justicia y la claridad. Y la alegría será bandera generosa /por siempre resguardada en el alma del pueblo.

Artículo VIII

Queda decretado que el mayor dolor siempre ha sido y será /no poder darse en amor a quien se ama, /sabiendo precisamente que esa agua /es la que da a las plantas el milagro de la flor.

Artículo IX

Queda permitido que el pan cotidiano /ofrezca a cada hombre los signos de su esfuerzo. Pero, sobre todo, que tenga siempre /el dulcísimo sabor de la ternura.

Artículo X

Queda permitido a cualquier persona, /a cualquier hora de su vida, /usar el traje más blanco.

Artículo XI

Queda decretado, por definición, /que el ser humano es un animal que ama /y que por eso es bello /mucho más aún que la estrella de la mañana.

Artículo XII

Decrétase que nada será obligado ni prohibido: /Todo será permitido, /incluso brincar como los rinocerontes /y caminar por las tardes /con una inmensa begonia en la solapa.

Artículo XIII

Queda decretado que el dinero /no podrá comprar jamás el sol de las mañanas venideras. Expulsado del gran baúl del miedo /será sólo una espada fraternal /para defender el derecho a cantar en la fiesta del día que nace.

Artículo final

Queda decretado el uso de la palabra “libertad”. Será suprimida de los diccionarios /y del pantano engañoso de las bocas. A partir de este instante /la libertad será algo vivo y transparente, /como un juego, como un río, como simiente del trigo, /y su morada será por siempre /el corazón de los hombres

Párrafo único

Sólo una cosa queda prohibida: /hacer el amor sin amor.

 

Thiago de Mello (Brasil) / Traducción de Mario Benedetti (Uruguay)

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