“Estoy conforme con la pelea. Por momentos parecía que (Morales) no se quería caer, recibió golpes durísimos y me duelen las manos de tantos golpes fuertes que metí”, comentó Zárate a La Liga, segundo después de conocer el fallo del combate. “Sabía que iba a ser un rival duro, pero se decidió por puntos y demostré que físicamente estoy para completar los 10 rounds”, agregó.
A pesar de no concretar el tan ansiado nocaut, Zárate destacó que nunca perdió de vista el objetivo. “Aunque no llegaba el nocaut, en ningún momento me caí anímicamente, siempre estoy muy concentrado y conciente de que cada rival es diferente”, sostuvo. “Algunos aguantan más, otros menos –continuó-, pero siempre hay que estar concentrado y no bajonearse porque esto es muy duro. En cuanto recibís una mano mal parado te vas al piso”.
En relación a su evolución en la balanza y en lo boxístico, Chiquito aseguró: “con los kilos extra que vengo sumando me sentí bien, 10 puntos. Estoy bien físicamente, pero todavía tengo que mejorar muchas cosas porque recién estoy empezando en esto. Tengo un equipo ideal y estoy muy tranquilo para preparar la siguiente pelea”.
La próxima cita del pilarense será el 11 de octubre, en la previa de la denominada pelea del año. “Quiero estar arriba en el ranking argentino y la próxima pelea me va a dar esa oportunidad, porque es un quiebre en mi carrera”, anticipó.
Morales: “él metió las manos justas”
Lejos de buscar excusas en la decisión de los jueces, Miguel Morales reconoció la superioridad de Zárate y manifestó: “me dejó sorprendido, porque pensé que (Zárate) se iba a desgastar para el 5º round. Se cansó, es cierto, pero no fue suficiente para que pueda hacer la diferencia”. “Se ve que está bien entrenado porque llegó con buen ritmo al 10º round”, agregó. Además, remarcó que la altura de Chiquito lo complicó más de lo esperado. “Esto me sirve como experiencia, porque Ezequiel es un rival alto y cuesta mucho pelearle. A mí me costó 3 o 4 rounds agarrar bien la distancia y espero encontrar otro rival alto para que me ayude a mejorar y ver si puedo dar un mejor espectáculo que el de hoy”.
Respecto al fallo de la pelea, Morales dijo: “el fallo fue justo, no hay más nada que pedir. Él metió las manos justas y a mí me costó agarrar el ritmo para golpear con contundencia”. “Zárate es demasiado alto –reiteró-, creo que junto a Basile son los más altos del ranking, y es imposible pelearle de igual a igual. Además es un hombre fuerte, pegó mucho y tuve que pensar cómo salir bien de esos golpes”. Consumada la derrota, el santacruceño no perdió tiempo y ya pidió la revancha. “Estamos para una revancha, en mí Río Gallegos querido. A nosotros nos cuesta muchísimo venir acá (por Pilar), hacemos un sacrificio enorme y espero que Zárate nos de la revancha”, concluyó.
Análisis
Chiquito mejoró, pero aún le falta
por Claudio López
El sábado por la noche Chiquito Zárate demostró que el entrenamiento con Marcelo Domínguez dio frutos, pero todavía quedan varios aspectos en los que deberá trabajar si quiere llegar a lo más alto del ranking argentino de Pesos Pesados.
Entre los puntos positivos que arrojó su victoria sobre Miguel Morales, vuelve a sobresalir su excelente estadio físico, que le permitió llegar al 10º round atacando constantemente. No es un detalle menor, si se tiene en cuenta que el propio Morales apostó al desgaste del pilarense.
También fue destacable su trabajo en la zona baja de su oponente, algo que siempre se le remarcó que hiciera y con el apoyo de Domínguez está distribuyendo mejor el destino de sus golpes. El jab de Zárate se ubica entre otro de sus fuertes y los 106 kilos que acusó en la balanza lo encuadran como un boxeador más potente dentro de la categoría, sin necesidad de relegar velocidad.
Todas estas evoluciones quedaron evidenciadas en el 9º round, donde Chiquito tuvo una actuación perfecta: trabajó a distancia, que era lo que le pedía la pelea. Camino bien el ring, abriendo la guardia de Morales con el jab y metiendo varios directos de derecha en la zona alta.
Sin embargo, todavía hay varios puntos donde el pilarense muestra ciertas falencias que deberá corregir con urgencia si pretende seguir creciendo como profesional. Entre los errores más marcados, uno de los más comunes es no mantener la distancia, mediante el jab, para aprovechar su alcance de brazos. Además, entra innecesariamente en algunos cruces, arroja golpes de más que le hacen perder la línea y queda muy expuesto al contragolpe, aspecto que Morales dejó muy en evidencia pero no capitalizó por su falta de potencia.
Asimismo, Chiquito deberá empezar a planificar las peleas y buscar alternativas cuando su plan original no funciona. En esta oportunidad, se encasilló en buscar constantemente la definición por el nocaut, cuando la pelea le pidió más elaboración desde lo boxístico y manejar la distancia, aprovechando la ventaja en las tarjetas, para desgastar a su rival. Su próximo desafío será el 9 de octubre en el estadio Malvinas Argentinas de Argentinos Juniors, ante Sebastián Ceballos, 2º del ranking. En caso de ganar, puede quedar como rival obligatoria al título, dependiendo del resultado entre Moli y Díaz. En ese caso, ante la inactividad del Patón Basile, Zárate puede llegar a medirse con Díaz o Mole, un desafío que exigirá un gran salto de calidad por parte del pilarense.
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