Eleonora viene de compartir escenario con Lavié y Jairo, entre otros grandes artistas.
por Celeste Lafourcade
“Perdoname, te tengo de acá para allá… parezco Susana Giménez”, saluda Eleonora y remata la comparación con una carcajada. No es que sea una estrella, pero su agenda está tan agitada por estos días que encontrar un tiempo libre no es fácil.
Acaba de llegar de Córdoba donde participó de uno de los festivales musicales más importantes del país. Tiene un calendario lleno de presentaciones y como si fuera poco, ensaya para obtener la tesis con la que culminará la carrera de intérprete superior en música popular con orientación en tango.
A los 31 años y con siete de carrera profesional como cantante de tango, Eleonora Barletta transmite seguridad y firmeza. Suena tenaz cuando cuenta cómo se embarcó en una aventura que la llevó a vivir –y a cantar- por cinco meses en Atenas (Grecia), la misma tenacidad con la que antes había armado las valijas para mudarse de Pilar, donde nació y creció, y con la que más tarde llegó a Granada (España) en busca de otro gran sueño.
El más reciente se concretó hace pocos días en La Falda, donde compartió escenario con Raúl Lavié, Jairo, Osvaldo Piro y María Marta Serra Lima. Allí llegó tras ser elegida junto a otros seis colegas entre 300 personas por un prestigioso jurado, para participar de un certamen de voces nuevas que se organiza dentro del festival en el que fue calificada por el público.
-Participaste de un concurso donde el jurado es la gente. ¿Cómo fue tu llegada con el público?
- Extraoficialmente me dijeron que salí segunda, porque sólo dicen quien ganó. La verdad es que me sentí muy bien, era un público que no me iba a ver a mí exclusivamente y si me dejo llevar por los aplausos, fueron muy intensos. Era difícil porque a veces las voces masculinas en el tango tiran mucho más. Yo tengo mucha llegada con las mujeres, siento una gran aceptación del público femenino, algo que a veces cuesta porque las mujeres somos muy criticonas.
-Desde afuera se percibe como muy machista el mundo del tango. ¿Te costó ganarte un lugar?
- No siento que sea tan machista. Un tanguero muy tradicional puede llegar a decir que no le gustan las minas en el tango, pero creo que cada vez se está abriendo un poquito más la cabeza porque hay más mujeres que hombres cantando tango. Y las mujeres tenemos más predisposición a crear un estilo propio. Los hombres tienden mucho a imitar porque tienen más referentes.
-¿Por qué empezaste a perfilarte al tango?
- Fue en el 2003 por casualidad. Me lo propuso un guitarrista y empezamos probando, me encantó y me quedé. Antes tenía un grupo que hacía temas propios tirando al pop y cuando empecé a cantar tangos hacía las dos cosas, hasta que me di cuenta que tenía que tomar una decisión para encarar un camino. Yo no quería ser una mujer que canta de todo, quería perfilarme por un género y hacer un camino concreto. Que me reconozcan por cantar determinado estilo.
Camino al andar
Aunque ahora esté dedicada al canto, la trayectoria de Eleonora indica que sus primeros pasos estuvieron ligados a la actuación. Tras egresar del colegio Madre del Divino Pastor, ingresó en el Instituto Universitario Nacional del Arte donde estudió teatro y su biografía revela que llegó, incluso, a participar en 2006 de la tira de Canal 13 “Sos mi vida”, protagonizada por Natalia Oreiro y Facundo Arana.
“Fue un momento muy importante y me sirve muchísimo para cantar tango”, afirma, mientras descarta por el momento volver a las tablas: “ahora no lo pienso, estoy metida en la música y lo veo como una cosa integrada”.
-¿Cuán difícil es para un cantante llegar a ser reconocido?
- Por ahí para una persona que le cuesta avanzar por sí misma sin que le digan lo que tiene que hacer es más difícil. En esta profesión tenés que levantarte todos los días y focalizarte en lo que querés y a dónde querés llegar y confiar en vos mismo cuando hay gente que no confía. Cuando arranqué había gente que pensaba que no iba a llegar a ningún lado y hace siete años que vivo de esto. Tiene que ver con mis inquietudes y estar muy firme en lo que quiero. Nada es casualidad. Todo lo que me viene pasando es porque lo busqué.
-¿En la carrera de un artista cuánto porcentaje hay de suerte, de trabajo y de talento?
- En mi caso, trabajo y talento es un 50 y 50. No nací con la voz de Celine Dion, fue mucho laburo. Siempre fui afinada, tuve el oído armónico bastante desarrollado y siempre confié en que podía pararme delante de mucha gente y no morirme de miedo. Pero después tuve años de estudio de canto, de teatro, la técnica que hoy tengo es gracias al trabajo. Y la suerte está muy entretejida con el laburo. Si te quedás en tu casa no te van a venir a golpear la puerta. La suerte viene acompañada del esfuerzo, de las redes que uno tira.
-¿Cuando te decían que no vas a poder te hizo dudar o te fortaleció?
- Yo siempre supe lo que quería hacer. Nunca dudé y ésa es una herramienta importantísima. Había gente que decía: “¿Estudiás canto? ¿Y qué más?” Hace un par de años que no me lo dicen más porque está claro qué es lo que quiero hacer. Pero reconozco que en esos momentos si no confiás en vos creyendo caprichosamente en lo que querés hacer, es muy difícil. Depende de la personalidad, soy una persona que siempre necesita tener proyectos nuevos.
Eleonora creció en Pilar y estudió en el Divino Pastor.
De viajar por el mundo a jugar de local
La primera experiencia internacional para Eleonora llegó en el 2007 cuando fue contratada para trabajar en Atenas en la compañía “Tango Malambo”. “Fue un antes y un después”, define la artista. “Crecí como persona –agrega- estuve cinco meses viviendo con gente que cuando tomé el avión no sabía ni qué cara tenían, también fue una experiencia de desprendimiento, acá dejé a mis alumnos sin saber qué iba a pasar cuando volviera. Fue un crecimiento y eso se reflejó como artista”.
Tres años más tarde, en marzo último, volvió a pisar suelo europeo para participar del festival de tango de Granada, al que describe así: “fue maravilloso, conocí un público distinto. Con el pianista con el que trabajo siempre estuvimos tocando en un pueblito cerca de Granada donde nunca nadie había ido a cantar tango y el público casi no conocía y fue muy importante el respeto, la respuesta de ellos”.
-¿Y cómo es tocar en tu tierra, Pilar?
- Difícil, me pongo muy nerviosa, pero la última vez que canté me sentí muy relajada y contenta. Yo siento que la gente ya me está viendo como una artista ya no como la nena que iba al colegio de hermanas y está tratando de hacer algo con la música. Ahora veo que me ven con el respeto que hay que tenerle a cualquier profesional. Pero costó. Que no serás profeta en su tierra, es así.
La próxima gran meta: el disco
Su debut discográfico se produjo el año pasado cuando fue incluida dentro de una colección de 11 discos editados por el sello Universal. El disco se llama “Meet the seductive”, aunque Eleonora confiesa: “siento que todavía mi primer disco no llegó, ese disco es como un esbozo”.
Es por esto que asegura que “mi proyecto más ansiado es sacar mi disco, el que yo soñé”. Para esto anticipa que “estoy empezando a ver el repertorio, y seguramente el año que viene me ponga a full a grabar. Estoy componiendo y tengo ganas de que en el disco haya temas míos”.