Los artistas Aguilera, Iriarte y Acosta aportaron obras a la muestra “Ars Lúdica”.
Niños, coloridos animales, juguetes y muñecos habitan el fantástico mundo que propone “Ars Lúdica”, la muestra que la Galería Ars Duo inauguró el último fin de semana en su espacio del K50 (local 118 del Shopping Torres del Sol). Hasta fin de mes podrá visitarse esta exposición que reúne obras de Verónica Iriarte, Marta Vicente, Lisandro Aguilera y Luciano Acosta, además de muñecos creados por la fábrica argentina Sopa de Príncipe.
“Estoy feliz, es una linda noche, las curadoras lograron una unión interesante y se acercó mucha gente. Me gustó que hayan venido chicos, ya que es bueno que desde pequeños se les enseñe a ver cuadros, ya que en el futuro serán ellos quienes apreciarán y cuidarán las obras de arte”, remarcó con entusiasmo Acosta, durante la inauguración de la muestra.
El artista chaqueño, que desembarcó por primera vez en Ars Duo con trabajos de su serie “Chaco salvaje”, estará este mes en la Feria del Libro Infantil (en La Rural) acompañando a cinco autores de su provincia natal, a los que les ilustró sus obras con la temática infantil.
“Es un privilegio poder entrar al mercado del arte de Buenos Aires, sobre todo porque a los que somos del interior se nos hace muy difícil. Mientras tanto, no paro de pintar. Soy como una máquina atómica, es impresionante la cantidad de obra que hago”, manifestó.
Juguetes y nenes
Verónica Iriarte también pisó por primera vez el espacio del K50 con su obra, por lo que el disfrute fue doble. “Me pareció interesante la exposición, muy bien colgado todo y buena la iluminación, así que estoy contenta de estar en Pilar”, apuntó a El Diario.
La artista presentó una serie de cuadros con juguetes como protagonistas. Son juguetes que se comunican, crean historias entre sí y viven las mismas cosas que los humanos, por lo que establecen relaciones de amistad, amor, enojo, secretos o conspiraciones. “De alguna manera son obras que hablan de la gente, de lo que les pasa a las personas. Los juguetes suelen tener colores muy vivaces, con diferentes texturas y formas, algo que me atrae mucho para generar situaciones y climas”, remarcó Iriarte.
Por su parte, Lisandro Aguilera dijo que “siempre es una alegría exponer mis obras, y en este caso estoy expectante por ver qué opina la gente, ya que se trata de una serie nueva”.
La producción más reciente del artista –radicado desde fines de 2009 en Pilar– tuvo como disparador el nacimiento de su primer hijo y la bautizó “Los nenitos”. “En estos cuadros aparecen las manos, que siempre dibujo y que en general representan el límite, el poder o la autoridad de los adultos, en tanto que los nenes se encuentran en el otro extremo”, dijo.
En septiembre, Aguilera e Iriarte compartirán una muestra que se montará en el Estándar Bank de Barrio Norte. “Además de ser un excelente artista, con Lisandro somos amigos, así que resultará una linda experiencia. Me parece que nuestras obras se integran muy bien, son diferentes, pero sin embargo tienen una conexión muy directa”, señaló Iriarte.
Cuándo visitar la muestra
Hasta fin de mes, la muestra “Ars Lúdica” permanecerá abierta al público en la Galería Ars Duo (local 118 del Shopping Torres del Sol, Kilómetro 50 de la Panamericana, Pilar). Puede visitarse de martes a sábados, de 11 a 20, con entrada gratuita. Más información al 02322-300122.
Octubreando
Oh, fina, tu sei tan giovane!
por Horacio Pettinicchi
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Se estrecharon en un cálido abrazo, besos suaves acariciaron los ojos de la jovencita, la mano se detuvo en un intento de mimar el rostro hinchado, tumefacto por la tortura, para terminar acomodándole el rebelde mechón de pelo que le caía en la frente, “voy a seguir con tu recuerdo hasta mi muerte definitiva”… murmuró, ¡Oh, Fina, tu sei tan giovane!” respondió el hombre. La voz del policía Florio dio por terminado el encuentro.
A él lo esperaba el banquillo y el poste de ajusticiamiento donde sería amarrado esperando las balas uriburistas que acabarían con su corta vida, a ella largos años de acunar el recuerdo de esas diez noches que convivieron en la quinta de Burzaco, donde dormía abrazada a su hombre, temblando ante cada ruido que sentía, evocando la mano calma acariciándola, tranquilizándola.
“El amor, el amor libre, exige aquello que otras formas de amor no pueden comprender. Y nosotros dos, rebeldes divinos (jamás nadie podrá llegar a nuestras cumbres), tenemos derecho a desagotar el pantano de la moral corriente y cultivar allí el inmenso jardín donde mariposas y abejas puedan satisfacer su sed de placer, de trabajo y de amor”. Le escribía Severino a mediados del año 1928.
El hombre se fue a la muerte reteniendo en sus manos el calor del cuerpo que tanto amó, olisqueando aún la dulce fragancia que emanaba de ella. Ella se marchó arrugando en sus manos una corta esquela, últimas palabras escritas por Severino.
“Carissima: más que con la pluma, el testamento ideal me ha brotado del corazón hoy, cuando conversaba contigo: mis cosas, mis ideales. Besa a mi hijo, a mis hijas. Sé feliz. Adiós, única dulzura de mi pobre vida. Te beso mucho. Piensa siempre en mí. Tu Severino”, y en su corazón memorizando las cartas que él le envió entre 1926 y 1930, que fueran secuestradas por la Policía en la quinta de Burzaco donde habitara Severino junto a su compañero Paulino Scarfó que lo siguió hasta la muerte.
“Amiga mía: Tengo fiebre en todo mi cuerpo. Tu contacto me ha atestado de todas las dulzuras. Jamás como en estos larguísimos días he ido bebiendo a sorbos los elixires de la vida, le escribe en una de sus cartas.”
Cartas dulces, enamoradas letras nacidas de la pluma de Severino Di Giovanni. Palabras que hablaban de un amor puro y profundo.
Cómo habrá acariciados esas cartas la anciana, cómo le habrán brillado sus ojos de tristeza recorriendo la cerrada caligrafía de su amado, el día que a través de las gestiones de Osvaldo Bayer (recopilador de esas cartas) les fueran devueltas por el ministro Corach.
América Scarfó no está más, pero quedan sus cartas, queda ese amor entre una joven idealista y el dogma libertario hecho hombre, la pureza ideológica del anarquista expropiador, que puede ser discutido en sus tácticas pero nunca en su filosofía, queda el grito vivo de Severino y Paulinoacosando a los explotadores: “evviva lanarchia!”.