Treise en casa, el club Atlético, junto a su hermano Leandro y Fabricio Romero.
Jonatan Treise está en Pilar disfrutando de la plenitud de su carrera como basquetbolista y familiar. De vacaciones tras una temporada extenuante en la Liga Nacional, tuvo también su primer contacto con la Selección Argentina mayor. Y fue papá de Benjamín hace pocos días.
Ayer se dio una vuelta por su club de toda la vida, Atlético, para no perder el ritmo. Tiró al aro junto a su hermano Leandro (que tiene ganas de volver a la actividad) y analizó todo su espectacular 2010.
“Estoy muy contento con la llegada de Benjamín a nuestras vidas”, contó y bromeó con la elección del nombre. “Le gustaba a mi señora y me incentivó ‘Te gusta!!’ me decía y bueno, le pusimos Benjamín”, resaltó entre risas.
De su continuidad en Quimsa de Santiago del Estero por un año más, señaló que es otra alegría. “Allá nos tienen muy bien, siempre los elogio porque Santiago es un lugar hermoso para jugar al básquet. Estoy trabajando para estar mejor y darles el mejor básquet.”
-¿Van a estar para pelear arriba este año?
- Sí, creo que todos los años estamos buscando eso. Me parece que el año pasado no nos dio físicamente y terminamos mentalmente muy cansados. Este año vamos a empezar más alivianados, solamente con la defensa del título en la Sudamericana y la Liga Nacional. Igual como todo jugador, uno sabe que la Liga Nacional es muy importante para su carrera.
-¿Cómo ves la próxima Liga Nacional?
- Año a año va creciendo, se pone mejor. Los clubes hacen un gran esfuerzo para que sea tan competitiva como lo es. La verdad es que uno tiene que estar a la altura de las circunstancias, dando un poquito más, porque como todo ámbito de la vida, cuando te dormís un poquito, siempre viene otro. A seguir peleándola y ver si se puede dar un mejor torneo.
Celeste y blanco
Jony hizo este año su estreno como jugador de Selección mayor. Siempre fue tenido en cuenta en las divisiones menores de la celeste y blanca, pero recién ahora pudo llegar a su primer contacto con los grandes en una gira por China y Australia.
“Fue algo muy lindo ver otra cultura. Conocer el básquet internacional, que en Primera División es muy diferente a cuando éramos chicos. Ahora jugamos contra Australia y China, que tienen jugadores NBA”, describió.
“Fue una muy linda experiencia en la que fuimos de menor a mayor. Sabíamos que si ganábamos un partido era buenísimo, pero habíamos tenido 6 entrenamientos. No era nada y con un grupo joven. Por eso creo que hicimos un digno papel y nos volvimos con hambre de seguir trabajando y seguir en competencia para pelear por un lugar en una selección futura”, se ilusionó.
Afianzarse en la Selección es uno de sus sueños cercanos y cree que la próxima temporada puede ser clave en ese aspecto.
“Este año tengo que dar ese salto de calidad, del que va a depender si voy a ser jugador de Selección o no. Me parece que las puertas de la selección están abiertas para todos y uno tiene que trabajar para eso”, destacó.
“A mí me llegó este año con un torneo de preparación, para tomar experiencia y me dejó una enseñanza muy grande para mi carrera. Que te sigan teniendo en cuenta es muy importante”, agregó.
El Rancho
Atlético es su primer amor en el básquet y nunca lo olvida. Vuelve cada vez que puede y lo sigue atentamente a la distancia, gracias a la tecnología e internet.
Por eso también calificó la campaña del Rancho en el 2010, donde fue revelación y ya se clasificó al Provincial.
“El torneo de Atlético no me sorprendió, porque trabajó para eso. Tuvo los objetivos bien puestos y estoy muy contento por el trabajo que hicieron los muchachos y Tati (Montani)”, destacó. “Se logró un objetivo que estaban buscando y eso me hace muy feliz.”
Mientras que del entrenador, que fue quien lo formó a él, sólo supo de bancarlo en las buenas y en las malas.
“Todo lo que se habló (en el verano) lo seguía un poco por la novela de El Diario (risas), pero nunca me metí. Sé lo que es el deporte, la competencia, y fijate que lo que no se logró el año pasado, ahora tuvo sus frutos con otro equipo, con otra química, con otro básquet”, analizó.
“El deporte es así. Cuando uno contrata jugadores, no se va a ganar nunca sólo por los nombres. Pasa en todos los deportes, con un claro ejemplo en el último Mundial de fútbol”, agregó.
“El que entiende, el que sabe o el que quiere aprender, tiene que guiarse por el trabajo que tiene y a lo largo de un proceso. No se empieza y termina en una semana. Me parece que se tomaron su tiempo y se tienen los frutos.”
El clásico siempre tira
La clasificación de Atlético a semifinales de la liga zarateña dejó la posibilidad de que se dispute el clásico de Pilar, siempre que Sportivo pueda dejar en el camino a Náutico.
El tema nunca es esquivo para Treise. “Hay un montón de condimentos muy grandes y muy lindos. Se sigue apostando al deporte, que es lo más sano que hay. Así que si se viene un clásico, que gane el mejor”, expresó como amante del básquet.
Pero enseguida mostró su corazón del Rancho. “Siempre tengo ganas de jugarlo. Lo que pasa que un clásico genera muchas cosas. Pero respeto tanto a los chicos que están acá jugando y entrenando, como al rival, que cada clásico lo toma como una responsabilidad admirable”.
Por eso asegura que no quisiera sacarle el lugar a nadie. Y que el gusto se lo dará en unos cuantos años, cuando realmente vuelva a entrenar y jugar en Atlético.