Trabada fue la pelea en el 1º round. Después Zárate se soltó y madrugó al Cirujano.
La espera no se hizo desear demasiado. Después de casi 60 días sin subirse al ring, Ezequiel Zárate regresó y con todo. Primero porque cambió su imagen de aquel Chiquito que sucumbió ante Fabio La Mole Moli. Se vio un Chiquito completo y convencido de lo que quería.
El cambio de entrenador le vino fenomenal. Marcelo Domínguez, su flamante coach, sabe de las mañas de los pesados en el cuadrilátero. Es que él fue campeón del mundo en Cruceros y hasta luchó con los Pesados. “Ahora se puede decir que estamos entrenando”, disparó tras la pelea.
El fin de la era José Vicario terminó dando sus frutos a un Zárate que se mostró más firme, más atento y más fuerte entre las cuerdas.
El pilarense de 28 años subió al ring del Club Peñarol, el sábado pasado, para reivindicarse ante su gente, que lo de La Mole fue un llamado de atención, ya que al verdadero Chiquito todavía le faltan algunas cosas pero que va por buen camino.
En su corta carrera como profesional dentro de los Pesados, Zárate sacó todo su potencial la noche del sábado y cumplió con lo que le había contado a El Diario: “Van a ver un Chiquito diferente”. Y cumplió.
Enfrente no tuvo a cualquier paquete sino a Carlos Ojeda Roldán, un púgil de 28 años con un récord de 20 triunfos (11 ko) y 10 caídas; que deambuló entre los Cruceros y Pesados. Se castigó duro con Moli hace 2 años y en sus inicios combatió con Domínguez.
Pero Chiquito no se quedó. Arengado desde el rincón sacó todo su potencial y al minuto y medio de comenzado el tercer round metió un cross de derecha fantástico que dejó en la lona a Ojeda Roldán. El entrerriano quedó sin reacción después de una paliza que le aplicó Zárate, en su mejor vuelta.
El pilarense regresó al nocaut, el 5º de su carrera, sobre 9 victorias, 1 empate y 1 derrota, en 11 combates como profesional. Eufórico por el triunfo, con vía rápida, expresó: “Estoy entrenando bien, aprendiendo muchas cosas. Me falta mucho por aprender, recién está empezando esto, pero hay Chiquito para grandes cosas.”
-¿Después de un primer round parejo, en los siguientes fuiste por más?
- Yo sabía que era un rival muy duro. Lo viví en los tres rounds que se me venía y aguantaba, se venía y tiraba, tenía que cuidarme mucho. Pero esto, como digo siempre en los peso Pesados: ‘en el pega primero es el que gana’. Tuve una mano certera que entrenamos mucho. Gracias a Marcelo (Domínguez) puedo disfrutar del nocaut.
-¿Conseguiste el nocaut por la distancia que tomaste, porque en el cuerpo a cuerpo se te complicaba?
- Siempre quería lastimarlo de lejos y así fue. En el tercer round metí un cruce que le entró justo y acá estamos festejando.
-¿Cómo fue esa definición?
- Fue una derecha justa. Ya sabía que estaba sentido por una izquierda anterior. Es algo que estamos trabajando mucho en el gimnasio, ser más punzante con la izquierda. Yo sabía que se desarmaba y arriesgué en un cruce. Gracias a Dios salió como quería.
-¿Qué indicaciones te dio Domínguez cuando la pelea era pareja?
- Me resaltaba que me cuide, que siguiera trabajando. Trabajé abajo y fue una mano justa. Después quedó sentido y lo terminé arriba.
-¿Esto fue revancha post Moli?
- No, revancha va a ser cuando vuelva a pelear con Moli y le gané por nocuat.
5 nocauts
acumula Ezequiel Zárate como profesional dentro de los Pesados, con 9 victorias, 1 empate y 1 derrota en las 11 presentaciones.
“Trabajó como le dijimos”
Marcelo Domínguez se mostró conforme con la actuación de Ezequiel Zárate. “La idea fue que me hiciera caso de todo lo que hablamos en la semana. Mucho cambio no se iba a ver, pero los aciertos fueron porque escuchó al rincón, trabajó como le dijimos y cuando tiró la derecha, la puso.”
“Sirve para darse cuenta donde está parado. Esto es un impulso anímico muy grande”, destacó el entrenador de Chiquito.
Y finalizó: “El hecho es que no peleó con un boxeador duro fue él que la resolvió fácil. Pasó un buen obstáculo más allá de lo que podía hacer Ojeda, un boxeador con experiencia y muchas batallas.”
Opinión
Un cambio total
por Claudio López (*)
Ezequiel Zárate mostró un cambio total tanto en lo anímico como en lo técnico. Principalmente porque trabajó bien la izquierda y mostró un jub hacia arriba que hasta ahora no había tenido. No agachó la cabeza y el cross que tiró de derecha fue el mejor de su carrera. Estuvo firme, seguro, trabajando bien a la distancia. Un poquito más de peso lo va a tener más lento pero esa potencia que decían de él la demostró el sábado y fue mortal.
Le ganó a Carlos Ojeda Roldán que hace 2 años peleó con La Mole Moli a 5 rounds, y con Marcelo Domínguez en 10 rounds, además de tener una batalla con César Acevedo. Fue un rival de fuste que lo deja bien parado dentro de los 4 primeros del ranking nacional.
En cuanto al aspecto negativo, creo que todavía debe levantar un poco la guardia en corta distancia para no salir perdiendo y tener cuidado con los cruces para cuando tire la derecha y no ser sorprendido.
(*) Especialista en boxeo.