Un grupo de chicos cantando en medio de los festejos de la biblioteca.
Un grupo de chicos cantando en medio de los festejos de la biblioteca.
A través de una movida cultural multidisciplinaria que revolucionó al barrio Peruzzotti, la Biblioteca Popular “Palabras del Alma” celebró ayer –durante todo el día– su segundo aniversario y el Bicentenario de la Patria. Escuelas, entidades y artistas de distintos puntos del distrito se sumaron a esta jornada de festejos que convocó a cientos de chicos, quienes disfrutaron de un programa que incluyó exposiciones, talleres, música y un café literario.
La propuesta bautizada “Encuentros, desencuentros y resistencia”, que continuará esta tarde con un espectáculo de danza y teatro en el Teatro Lope de Vega (ver nota aparte), tuvo como escenario principal la biblioteca ubicada en Garibaldi 1754, si bien algunas actividades se desarrollaron a espacios alternativos como la plaza o la parroquia del barrio.
“La idea de esta jornada fue poner el acento en la gente que desde distintos lugares resiste, en aquellos que generan alternativas más humanas y comunitarias frente a un mundo más bien individualista”, dijo Hernán Nemi, miembro de la comisión directiva de la biblioteca.
Dos años de trabajo
La movida montada por “Palabras del Alma” ofreció múltiples actividades para los chicos del barrio Peruzzotti, quienes se mostraron entusiasmados y participativos frente a tantas propuestas para todos los gustos. Es por un lado, los miembros de la Comunidad Toba de Derqui se encargaron de compartir su historia, mientras que en otros rincones se realizaban talleres (de telar, artesanías, cerámica e historia) y se proyectaban videos y cortometrajes.
En la plaza, algunos chicos se congregaron alrededor de una cuenta cuentos, en tanto que en salón de la parroquia se realizaba un café literario. Por su parte, las mujeres del barrio se hacían cargo del bufé, iniciando así un micro emprendimiento que nació en la biblioteca.
- ¿Qué balance hace de estos dos años de la biblioteca?
- Más allá que estamos muy cansados física y mentalmente porque estamos metidos con cuerpo y alma en esto, la verdad es que el balance es muy bueno. Semanalmente pasan 200 chicos por los talleres gratuitos, se generó una movida cultural muy fuerte en Peruzzotti, sumamos más actividades para los adultos y estamos organizando micro emprendimientos. Estamos muy contentos, creo que hemos generado un espacio alternativo, no sólo para el barrio, sino también para Pilar. Lo bueno es que sentimos que hay muchas instituciones que nos están acompañando, entre ellas la Municipalidad, la Universidad del Salvador, el Instituto Oscar Masotta y el Colegio Madre del Divino Pastor. Es muy importante recibir este apoyo, es algo que enriquece a nuestro trabajo.
Homenaje a las luchadoras
Siguiendo con la celebración, la Biblioteca “Palabras el Alma” y el grupo de participación cultural “Esencias Alternas” organizarán esta tarde, a las 19, un encuentro de danza y teatro-debate en la sala el Lope de Vega (Pedro Lagrave 725, Pilar). La propuesta, de entrada gratuita, será propicia para recordar a los luchadores por los derechos humanos.
Se pondrán en escena dos obras: “No sufras por mí” de Hernán Nemi, inspirada en la vida de Nora Cortiñas (Madre de Plaza de Mayo) e “Instrucciones para un coleccionista de mariposas” de Mariana Eva Pérez, hija de desaparecidos.
Luego se escuchará la palabra de Pepa de Noia y Mirta Baravalle, representantes de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora. Como broche, los presentes serán convidados con torta a fin de celebrar por el segundo aniversario de la Biblioteca “Palabras del Alma”.
Octubreando
El santuario violado
por Horacio Pettinicchi
De hecho, mucha tinta se ha dedicado a los escraches en La Rural, ni qué hablar de los minutos en la televisión o en la radio, y está bien. El simple hecho que al mejor estilo musolinico o hitleriano se irrumpa a los gritos y golpes en un recinto, atacando a quien expone a través de la palabra escrita (verídicas o no) ideas que hacen al necesario debate, es repudiable. Pero este hecho de violencia no es el primero ni, lamentablemente, será el último que padezca la Palabra. Es un acto violento cuando tropas del ejército irrumpen en la Feria para, a punta de fusil, secuestrar libros, es un acto de violencia cuando el mercantilismo se apodera de la misma asesinando el espíritu fundacional de los utopistas que, una noche de café y amigos, la crearon, es un acto de violencia que la mera Palabra haya sido olvidada para convertir a la Feria en una muestra de vanidades, donde se exhiben y coquetean los que, precisamente, prostituyen la Palabra, destrozan el lenguaje. Es repudiablemente violento que hayan excluido de sus salones a las pequeñas editoriales, cuando ellas y no otras fueron el verdadero motor impulsor y que, por treinta monedas, la sociedad otrora orgullo de las letras argentinas, vendiera el legado original.
Y no es que todo esté mal en ella, hay hechos, eventos que la más de la veces pasan desapercibidos, que todavía nos hacen creer que aún puede ser la Feria que tanto nos enorgulleciera en sus principios, cuando funcionaba en el Predio Municipal de la ciudad.
De hecho, no sé si los escraches fueron una de las tantas demostraciones de soberbia y violencia a la que nos tienen acostumbrados nuestros mandantes a través de los personeros de siempre, o tal vez, como afirman algunos, una simple maniobra de propaganda orquestada por los exponentes, lo que sí sé es que éste no es el país de libertad en el disenso que soñamos en la década del setenta.
Pero, impenitente octubriano, mientras descubra el asombro en la cara de un adolescente ante una edición de “El Eternauta” o la nostálgica sonrisa de un adulto ante la reedición de algún libro de su juventud, sigo creyendo en la Feria.
