La homosexualidad en el Paraguay de Stroessner, en el Bafici
Se presentó "Cuchillo de Palo 108", un documental de la realizadora Renata Costa. Pone de relieve la persecución a las minorías sexuales durante la larga dictadura que sufrió el país vecino.“Cuchillo de palo 108”. Una escena del documental que se presentó ayer.
El documental «Cuchillo de palo 108», de la realizadora paraguaya Renata Costa, que a partir de un secreto familiar investiga y pone al descubierto la trama de la persecución y tortura a homosexuales llevada adelante por el gobierno del dictador Alfredo Stroessner (1954-1989), tuvo su estreno ayer en la Competencia Internacional del Bafici.
Se trata de un documental que Costa lleva con mano maestra desde un comienzo algo insípido a un final pleno de dramatismo, construido alrededor del entorno familiar y que parte del secreto que encierra la muerte de su tío Rodolfo y el silencio respecto de la vida que llevaba.
Único hijo que descarta el trabajo de herrero que desarrolla el padre y el resto de la familia (parte del rodaje es en la herrería del abuelo que ahora maneja el padre de la realizadora), Rodolfo prefiere dedicarse -en los años de su juventud- al baile y luego a actividades desconocidas con las que reúne varios millones en la cuenta bancaria al día de su muerte.
A través de una compilación de datos, Costa va reconstruyendo con una información que al principio es apenas aleatoria e insustancial pero que no oculta, parte de la historia de su tío, un homosexual muy conocido en la comunidad gay de Asunción que llevaba una suerte de doble vida, y que escondía su elección sexual para una familia que lo condenaba y una sociedad con una homofobia superlativa.
De hecho, el número 108 del título del filme es la manera de nombrar despectivamente a los homosexuales en el Paraguay a partir de una redada que encarceló y divulgó los nombres de 108 gays en una investigación policial.
Homofobia
El mismo recorrido que lleva a la realizadora a conocer detalles de la vida de su tío -que no excluyen la cárcel y los vejámenes- la conduce también a elaborar una suerte de puesta al día de la situación de la homosexualidad en el Paraguay durante la dictadura de Stroessner, la persecución a la que fue sometida y las torturas que recibía por parte de la policía.
El filme también es un acercamiento de la realizadora a su padre, a quien confronta permanentemente a cámara sobre la conservadora visión que tiene y la homofobia que expresa pero que marca al mismo tiempo un intento de acercamiento afectivo.
Una particular forma de indagar para un filme preciso, tenue, delicado, profundo y sin concesiones, aún siendo de una respetuosidad que a veces exacerba y cuando uno le pide a la realizadora una mayor actitud indagatoria que ella sorprendentemente logra pero con métodos mucho más leves y amables de los que pueden imaginarse.