Maass y Peluso, ayer en la colectora. Buscan abrir caminos alternativos para los artistas locales.
Por una tarde, el surrealismo salió del encierro de las galerías, los talleres y las muestras privadas para ocupar la calle. La propuesta llegó por iniciativa de dos de los artistas plásticos pilarenses más conocidos, Alejandro Gato Maass y Guillermo Peluso, dispuestos a buscar caminos alternativos para exponer sus obras.
La actividad se realizó ayer en la colectora de Panamericana a la altura del kilómetro 53, en conjunto con el restaurante y lavadero de autos “El grillo Pérez”, que funciona en ese lugar. En total, se expusieron más de 70 cuadros de los dos artistas que tienen al surrealismo como denominador común.
Por el lado de Maass, los cuadros (acrílicos y óleos sobre tela) fueron más de 40. Entre las creaciones pudieron verse sus primeras incursiones en el abstracto, que incluyen un collage de diferentes texturas.
En tanto que Peluso hizo lo propio con 30 cuadros de acrílico en tela y otras 10 esculturas realizadas con chatarra.
Nuevos caminos
La iniciativa se convirtió en un paseo cultural para entendidos y curiosos que recorrieron la improvisada galería, incluso desafiando al mal tiempo. “Es un cachetazo de color para la gente”, graficó Peluso. “La idea es mostrar que no es necesario ir a Capital para ver artistas buenos”, agregó.
Los artistas coincidieron en que la propuesta surgió a partir de la necesidad de buscar espacios alternativos para mostrar su arte. Si bien reconoció que lugares como IntegrArte “tienen una movida cultural interesante”, aseguró que en Pilar para los artistas plásticos los caminos comerciales son prácticamente inaccesibles: está muy difícil exponer y en muchos lados tenés que pagar”, objetó. Es por esto que, aseguró que la intención es hacerlo expansivo a otros colegas: “nos gustaría que se unan otros pintores de Pilar a la movida”.
Con el mismo propósito, Peluso se encuentra desarrollando su propia cuadra de arte “Quiero caminArte”, en Yrigoyen entre Alsina y Bataglia, la que planea poblar con esculturas y murales propios. “En esa cuadra hay un galpón y me gustaría que se convirtiera en un lugar donde los artistas locales puedan exponer”, anticipó.
Dados los buenos resultados y el interés que despertó en la gente, es posible que la propuesta en Grillo Pérez se repita sábado por medio en el mismo lugar.
Arte de a dos
Durante la jornada, los artistas se dedicaron a pintar en vivo (y a dúo) un cuadro de 2 x 1,5 metros. La idea es repetir este tipo de obras compartidas –algo poco habitual en el mundo de la plástica- para dar lugar a una exposición conjunta. n
