Amargadísimo. Matías Rossi, de manos cruzadas en el interior de la Chevy, no lo puede creer.
“Fierros son fierros”, reza la frase más escuchada cuando el medio mecánico no acompaña en las proezas automovilísticas. Y, precisamente, ayer Matías Rossi no pudo girar en la primera tanda de clasificación del Turismo Carretera debido a un inconveniente en la dirección de su Chevrolet, que puso en riesgo sus posibilidades de alzarse con el cetro de la categoría más popular del país.
“En un fin de semana pueden pasar muchísimas cosas”, se había atajado el delvisense cuando se lo mencionó como el principal candidato a quedarse con la corona, en la última fecha de la Copa de Oro que se está disputando en el Autódromo “Juan y Oscar Gálvez” de Buenos Aires.
Aunque en los papeles figuraba como el candidato con el panorama más accesible para obtener el título, Rossi moduló sus declaraciones conciente de que “las carreras son así, son carreras”.
Finalmente, en el instante previo a la clasificación se descubrió una rotura en la cremallera de la dirección, que privó al piloto local de la primera tanda de clasificación.
Recuperar
Esta tarde, desde las 15, Rossi tendrá la posibilidad de recuperar terreno en la segunda y definitiva sesión clasificatoria. Pero el Servicio Meteorológico Nacional pronosticó “cielo parcialmente nublado y alta probabilidad de precipitaciones aisladas por la tarde”, lo cual complicaría seriamente las aspiraciones de Matías.
“Así son las carreras. Cuando estaba por salir de los boxes noté que la dirección estaba medio rara. Giré el volante a la derecha, pero se trababa. No tenía posibilidades de hacer nada. Pensé que era por el corrugado del piso, pero cuando sacaron el auto del box se descubrió que había un diente de la cremallera rota”, describió el volante de Del Viso, que había marcado el 14º tiempo en los entrenamientos de ayer al mediodía.
“Esperemos que mañana el clima nos acompañe y pueda salir a clasificar. Es muy raro, porque había terminado lo más bien el entrenamiento”, agregó Rossi.
En sintonía con la situación de Matías, Agustín Canapino (Chevrolet) sufrió un serio contratiempo en la clasificación, que lo relegó al 31º puesto. Tras haber marcado el mejor registro en los ensayos, el de Arrecifes se tocó con Diego Aventín (Ford) en la clasificación, en el sector de la chicana de Ascari, y no pudo cerrar su vuelta rápida. Aventín, que también tiene posibilidades de consagrarse, quedó 37º y cruzaron duras acusaciones.
En contrapartida, Mariano Werner (Ford) comenzó con el pie derecho y se aseguró la pole provisoria, con un tiempo de 1 minuto 36 segundos 976 milésimas.
El entrerriano está obligado a ganar para conseguir la corona y parece haber tomado cierta ventaja con el resto de los candidatos. Gabriel Ponce de León (Ford), también en la Copa de Oro, y Omar Martínez (Ford) fueron 2º y 3º, respectivamente.
El resto de los aspirantes al título se ubicó se la siguiente manera: Lionel Ugalde (Ford) 6º, Juan Marcos Angelini (Dodge) 7º, Christian Ledesma (Chevrolet) 8º, Jonathan Castellano (Dodge) 22º, Mariano Altuna (Chevrolet) 25º y Emanuel Moriatis (Ford) 27º.

Líder en la encuesta
Matías Rossi lideraba hasta ayer cómodamente la encuentra sobre quién se consagraría campeón 2010 de TC, que se publicó en el sitio web de Carburando. El delvisense es el favorito con el 40% de los votos (1.751), seguido por Werner con 24,4% (1100).
Roberto Videle
Clasificación especial
Para Roberto Videle (Ford) la clasificación de ayer significó el comienzo de su despedida del Turismo Carretera. El pilarense se ubicó 41º, a poco más de 3 segundos de la punta, pero poco de eso le importa.
Desde siempre, Chiqui dejó bien en claro que su principal objetivo es disfrutar de la magia que ofrece el TC, desde un lugar privilegiado: arriba del auto de carrera.
“Es una carrera especial y espero llevarme los mejores recuerdos. Agradezco todo el apoyo de la hinchada de Ford y la gente que siempre me acompañó”, confesó en su Facebook.