La nueva miniserie de Netflix cuenta apenas con cuatro capítulos pero atrapa desde el primer minuto. Originaria de Suecia, relata el caso real de un doble crimen atroz ocurrido en plena calle en 2004 en una pequeña ciudad de ese país. Sin embargo, el hecho permanece impune durante 16 años hasta la intervención de un experto en árboles genealógicos. El caso se convirtió en la segunda investigación más grande de la historia sueca y marcó un precedente para la resolución de crímenes a través del ADN.