Dos caras de la Argentina en un mismo momento histórico se juntan –mejor dicho, se chocan- en esta novela breve de Martín Kohan, que relata la siniestra misión que se le asigna a un conscripto durante la última dictadura. La historia transcurre en junio de 1978, mientras en el país se disputaba el Mundial de Fútbol. En todo momento, la narrativa aborda esa sensación ambigua de terror y euforia popular, con el robo de bebés como fantasma omnipresente.