Reabren otra causa contra Patti

Está acusado por el asesinato de los militantes peronistas Cambiaso y Pereyra Rossi en 1983. El ex intendente de Escobar está preso y espera juicio por otros crímenes de la dictadura.

8 de agosto de 2010 - 00:00

 

Luis Patti será juzgado a partir del 30 de agosto por secuestros y torturas.

 

 

 

 

El ex intendente de Escobar, Luis Abelardo Patti, no para de recibir malas noticias de los tribunales. Mientras espera en la cárcel el juicio oral por crímenes de lesa humanidad que comenzaría a fines de agosto, la Justicia reabrió ahora otra causa en su contra.

Se trata del expediente en el que Patti está acusado por el asesinato de los militantes peronistas Osvaldo Cambiaso y Eduardo Pereyra Rossi, en 1983, durante los últimos meses de la dictadura.

La causa, que ya lo tuvo a Patti tras las rejas durante algún tiempo a mediados de los 80, fue reabierta en los últimos días por el juez federal de San Nicolás Carlos Villa Fuerte Ruso a instancias del fiscal Juan Patricio Murray, que venía reclamando el reimpulso de la acusación desde hacía cinco años, apenas se anularon las leyes de obediencia debida y punto final.

El asesinato incluyó secuestro, torturas y hasta un enfrentamiento fraguado con una partida policial integrada por Patti. Por el caso, están imputados el ex intendente de Escobar, los suboficiales Rodolfo Diéguez y Juan Amadeo Spataro y hasta el ex dictador Reynaldo Bignone.

 

Cronología

Cambiasso y Pereyra Rossi fueron secuestrados el 14 de mayo de 1983, frente a testigos, en el bar Magnum de Rosario. Horas después fueron asesinados cerca de Zárate por una patrulla de la Unidad Regional de Tigre, integrada por Patti, Diéguez y Spataro.

Un comunicado del Ministerio del Interior y la Policía Bonaerense informó que fueron “abatidos en un enfrentamiento”. Los policías fueron felicitados por el jefe de la Bonaerense, el ahora condenado Fernando Verplaetsen, y calificados como “jóvenes valientes” por Bignone.

Sin embargo, el peritaje de los tejidos de las víctimas modificó el escenario: estableció que antes de morir habían sido golpeados, torturados con picana eléctrica, atados con cuerdas, y que los disparos mortales habían sido a quemarropa.

El juez Juan Carlos Marchetti dictó la prisión preventiva de los policías, pero luego cambió de posición y los sobreseyó por considerar que no estaba probada la relación entre el secuestro y los asesinatos. Las víctimas bien podían haberse fugado robado un vehículo, armas y marchado hacia Zárate, donde se enfrentaron Patti. El 4 de noviembre de 1983 la Cámara de Apelaciones de San Nicolás confirmó el sobreseimiento, aunque advirtió que testigos clave habían modificado “extrañamente” sus dichos.

En marzo de 2005, tras la anulación de las leyes de impunidad, el fiscal Murray pidió la nulidad del sobreseimiento y la reapertura de la causa por privación ilegítima de la libertad, tormentos y homicidio. Luego se sumaron al reclamo de familiares de Cambiaso y Pereyra Rossi patrocinados por los abogados de H.I.J.O.S. regional Rosario.

A partir del estudio de la causa, el fiscal observa la pretensión de ocultar los rastros de torturas y de disparos a quemarropa. Adjudica el trabajo a los policías bonaerenses, que instruyeron la causa bajo la dirección del juez Luis Milesi (suboficial del Ejército devenido juez con el golpe de Estado) y luego del juez Marchetti.

Villafuerte Ruzo asignó especial importancia a la nueva prueba aportada dos años atrás por Eduardo Constanzo, ex personal civil de Inteligencia (PCI) del Destacamento 121 condenado en abril a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad en la Quinta de Funes y otros centros clandestinos de Rosario. En declaraciones judiciales y ante la prensa, Constanzo dio detalles sobre el caso.

 

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