Buscan regular la instalación de “saladitas” en el distrito

Los locales deberán habilitarse de a uno. Sus dueños tendrán que vivir en el distrito. Prevén controles de impuestos y marcas. Vence la suspensión que fijó el Concejo.

7 de julio de 2010 - 00:00

 

Ranieli confía en que su proyecto comenzará a debatirse en los próximos días.

 

El debate acerca de la instalación de ferias comerciales conocidas popularmente como “saladitas” volverá a instalarse en el Concejo Deliberante. Es que a fines de junio último, venció la suspensión impuesta por el Concejo Deliberante que impidió por 180 días la radicación de ese tipo de emprendimientos comerciales sin que en ese lapso se haya legislado al respecto.

En los últimos días, el concejal denarvaísta Diego Ranieli presentó una iniciativa que apunta a regular la habilitación de ese tipo de complejos, habitualmente resistidos por las cámaras de comercio de las diferentes localidades.

“Se vence el plazo de la suspensión y hasta ahora no hay otro proyecto presentado. Esperamos que se debata en los próximos días”, señaló Ranieli, Consultado por El Diario.

El proyecto impone una serie de restricciones que apuntan a aventar los principales temores de los comerciantes, que ven en las ferias el fantasma de la competencia desleal.

Así, establece controles en materia impositiva y de la ley de marcas, dos de los principales reclamos del comercio establecido.

En uno de sus artículos, el proyecto establece que “a los efectos de lograr la habilitación (...) los solicitantes deberán acreditar su condición de estar inscriptos en ARBA, AFIP, y demás organismos provinciales y nacionales que la actividad que pretenda habilitar exija”.

Por otro lado, señala que “el Municipio, por medio de una dependencia municipal a designar, controlará el cumplimiento de la normativa de la Ley Nacional de Marcas y Patentes”.

 

Requisitos

El proyecto presentado por Ranieli divide las ferias en dos categorías de acuerdo a su tamaño: las que tienen menos de 800 metros cuadrados cubiertos totales de construcción podrán funcionar en los ejidos urbanos de las localidades, mientras que las que superen esas dimensiones sólo podrán instalarse fuera de esas zonas, siempre que el Código de Zonificación lo permita.

El texto de la ordenanza denomina a los complejos como “ferias internadas” o “galerías comerciales” y señala que para quedar encuadradas en la ordenanza deberán tener en su interior un mínimo de “seis locales o puestos de venta de medidas individuales no menores de 25 metros cuadrados cubiertos, independientes entre sí”.

Cada uno de esos locales deberán habilitarse de manera individual, al tiempo que la feria deberá contar con su propia habilitación general. Su administrador general deberá tener residencia en el distrito, así como el 75% de los trabajadores que se contraten.

La ordenanza fija una serie de medias de seguridad e higiene obligatorias para la feria general. Por caso, deberá tener un mínimo de dos salidas de emergencias cada 100 metros cuadrados cubiertos.

Asimismo, el predio deberá contar con agua potable, cloacas y un  baño de damas y caballeros cada cuarenta metros cuadrados de la superficie total del predio cubiertos.

Deberá tener servicio de barrido y limpieza permanente, contar con la contratación de un servicio de emergencias médicas, seguridad en el interior e inmediaciones del predio, mediante la contratación de personal policial adicional, o empresas de seguridad habilitadas.

También se establece que las galerías tendrán una playa de estacionamiento igual o mayor a la superficie cubierta, además de otra superficie del 20% del total destinada a la carga y descarga de mercaderías.

Por su parte, la ordenanza establece que no se podrá autorizar locales a la intemperie con estructuras precarias, salvo los casos de ferias que se declaren de interés municipal “como accesorio de un evento especial autorizado u organizado por el Municipio, por un período de tiempo limitado”.

Para habilitar cada uno de los locales, la ordenanza establece una serie de requisitos: 

• Contrato de locación por un plazo no menor de tres años.

• Inscripción en los organismos fiscales nacionales y provinciales.

Por otro lado, se deja establecido que no se podrán vender alimentos ni bebidas alcohólicas, así como tampoco animales vivos ni pirotecnia. Tampoco estará permitida la instalación de locales destinados al juego de azar.

 

El comercio pide reglas claras

En febrero, los bloques opositores iniciaron una ronda de diálogo con las cámaras comerciales a fin de conocer su opinión acerca de la situación. Del encuentro participaron el titular de la cámara de comercio local, SCIPA, Daniel Castro, y el secretario de la entidad, Alberto Moreira.

“Buscamos reglas justas y claras para todos, ése es nuestro lema. Pero no es así en este momento, por eso nos estamos reuniendo con instituciones de segundo y tercer grado para recibir asesoramiento y hacer la legislación más conveniente”, señaló entonces Castro.

Por su parte, Moreira dijo que “actualmente se venden productos no homologados, de procedencia dudosa, con personal en negro y eso genera una competencia desleal”.

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