En la noche del sábado, un nuevo hecho delictivo tuvo como escenario la casa del barrio Luchetti de Villa Rosa donde tres meses atrás una mujer fue hallada muerta y parcialmente devorada por sus perros, tras sufrir un asalto.
En la noche del sábado, un nuevo hecho delictivo tuvo como escenario la casa del barrio Luchetti de Villa Rosa donde tres meses atrás una mujer fue hallada muerta y parcialmente devorada por sus perros, tras sufrir un asalto.
En este caso, la víctima es un joven de 28 años de nacionalidad boliviana, que al parecer sería el hijo de la señora fallecida, quien fue abordado por dos delincuentes en la puerta de su casa ubicada en Juan Domingo Perón al 1100. Los sujetos lo golpearon y maniataron, para llevarse dinero en efectivo y un teléfono celular.
El hecho ocurrió en la noche del sábado, alrededor de las 23, cuando el hombre salió a despedir a la puerta de su casa a una joven con la que mantenía una relación sentimental desde hacía dos meses. En ese momento fue abordado por dos individuos armados con cuchillos que lo obligaron a ingresar a la vivienda.
De acuerdo con la información a la que accedió El Diario, los delincuentes golpearon a la víctima y la maniataron, para luego dedicarse a revolver la casa y llevarse unos 20 mil pesos en efectivo y un teléfono celular. En horas de la mañana, los vecinos advirtieron los gritos del joven que aún permanecía atado. Hasta el momento no hay detenidos por el hecho.
En cuanto a la muerte de la propietaria de la vivienda, identificada como Antonia García Núñez, de 50 años y de nacionalidad peruana, la misma tuvo lugar el 2 de febrero y las investigaciones determinaron que la mujer había sido víctima de un robo la misma noche de su deceso. La autopsia determinó que su fallecimiento se produjo por un paro cardiorespiratorio y se estima que se descompensó tras ser asaltada.
El cuerpo de la mujer fue hallado por un familiar ante la falta de respuesta a los incesantes llamados. Estaba desvanecido boca abajo en el pasillo, sin signos de violencia visibles. No obstante, parte de su rostro había sido mordido por su propios perros.
Según la información a la que accedió El Diario, la puerta de la casa estaba cerrada aunque sin llave y sectores específicos del inmueble se encontraban revueltos, además trascendió que faltaría una importante suma de dinero, entre 50 y 100 mil pesos. La víctima contaba con una serie de locales alquilados de su propiedad, en el frente de su casa. Hasta ahora no hay detenidos por el hecho.