La excusa fue juntarse con amigos, darle una mano a Guillermo Michelini y mantenerse en ritmo en el verano. Pero ayer, en el encuentro de la Copa Pilar entre Los Cuervos FC y El Rojo de la Avenida se reeditó una media cancha histórica del fútbol local.
Joaquín Marcos-Hugo Silva formaron el doble cinco de Sportivo durante media hora como en las gloriosas épocas de Fénix y los ascensos en las divisiones metropolitanas de AFA.
Hugo salió de titular y fue una de las figuras de la cancha en el áspero 2-1 del Rojo. Incluso fue partícipe necesario del tanto del triunfo. Tras una combinación con Joaco, abrió al lateral y fue a buscar al área. No logró controlar el centro, pero forzó la pifia del defensor que descolocó al arquero. Además, Silva mostró su clase y hasta tiró algunos lujos.
Lo de Joaco fue más breve. Por compromisos personales llegó comenzado el segundo tiempo. Pero cuando entró, se acopló automáticamente con Hugo. “Con el Enano jugamos toda una vida juntos. Nos conocemos de memoria. Pueden pasar los años que siempre nos entendemos”, destacó Silva del reencuentro.
“Campe nos llamó y le vinimos a dar una mano. Jugué hoy y no sé si volveré a jugar, porque estoy de pretemporada (jugará en Luján en 2016). Voy a acompañar a los chicos. Vine para darle una mano a Campe que es una buena persona”, agregó.
Regreso doble
“Jugar con Hugo es muy lindo. Es con uno de los jugadores con los que más tiempo pasé y con el que más me entendí. Un amigo. Es muy lindo todo”, resaltó Marcos.
Además, el volante cumplió otro sueño, como fue volver a jugar para Sportivo, donde inició su carrera en el baby. “Fue hermoso. Para mí, digan lo que digan, es el equipo de la ciudad”, sentenció Joaco.