El deporte saca a los jóvenes de la calle, les inculca valores y los forma como personas. Por supuesto, el rugby no es la excepción: con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los niños del barrio El Bosque, un grupo de jóvenes pilarenses ha fundado un equipo en el que el resultado más importante no es el de los partidos.
Así, desde fines del año pasado nació El Bosque Rugby Club, compuesto por chicos de entre 4 y 15 años. Encabezados por Ignacio Mengelle, junto a amigos como Franco, Bautista, Memo, Francisco, Segundo y Joaquín Bisognin, entre otros, le dieron vida a un grupo que crece día a día en cantidad y calidad.
“Siempre tuvimos ganas de hacer algo por la gente, no alcanza con opinar, sino que hay que hacer cosas”, dijo Nacho a El Diario, quien se formó en el rugby en Alumni (en el grupo también hay jugadores de San Patricio).
La movida comenzó a través de la capilla “Sagrado Corazón”, de El Bosque, empezando a entrenar en un predio del movimiento Schoenstatt, para luego trasladarse al polideportivo municipal gracias a una gestión del área de Deportes.
Luego de una convocatoria casa por casa, de un grupo inicial de nueve chicos se llegó a los aproximadamente, veinte que cada sábado a la mañana entrenan y descubren la filosofía del rugby.