Volvieron los robos a comercios en el centro de Presidente Derqui

En dos días, asaltaron una panadería y un corralón. En ambos casos actuaron dos delincuentes armados, en pleno día. Creen que los cometieron los mismos asaltantes.

21 de julio de 2013 - 00:00

 Pese al cambio de titular de la Comisaría 2ª de Presidente Derqui ocurrido hace 20 días, los robos y asaltos en el centro de la ciudad tuvieron un rebrote.

Por ejemplo, en apenas 48 horas fueron asaltados dos comercios ubicados sobre la calle Antonio Toro y a plena luz del día; uno está sobre la esquina con Belgrano y el otro a 30 metros de ese mismo cruce.

El primer hecho fue padecido por dos empleadas de una panadería que se inauguró hace solo un mes. Siendo aproximadamente las 16,30 del pasado jueves dos sujetos, comprendidos entre los 20 y 25 años de edad, simularon interés por el precio de la docena de facturas.

Así esperaron que saliera un cliente, y cuando esto ocurrió no dudaron en amenazar de muerte a las dos trabajadoras con revólveres de grueso calibre. A una primero le pidieron “la moneda encanutada” (el dinero escondido) y cuando la joven les dijo que en realidad no había abrieron la caja registradora para sacar toda la plata en efectivo y algunos cheques. Si bien la cifra no trascendió oficialmente, se sabe que superó los 1.500 pesos.

Acto seguido les sustrajeron los celulares a sus víctimas y las encerraron en el baño para finalmente escapar. Ambas solo pudieron salir del encierro cuando gritaron pidiendo auxilio porque fue oído por un cliente y este le avisó a los trabajadores de la cuadra.

En la denuncia radicada en la comisaría derquina las trabajadoras coincidieron en que a uno le faltaban dos dientes del frente de la boca. Ese dato sería clave en relación al segundo atraco a mano armada, al menos para las personas despojadas de su dinero.

 

Corralón

Solo dos días más tarde los mismos malhechores irrumpieron en el corralón de materiales “El Águila”, que está muy cerca del primer comercio. Nuevamente actuaron a pleno día, con el rostro y la cabeza descubiertas, y a escasas seis cuadras de la comisaría.

Eran las 14,30 cuando sacaron a relucir sus armas de fuego para amenazar con matar al dueño y a otras dos personas que estaban con él.

En tanto un hijo pequeño del propietario del corralón jugaba en el depósito de materiales lindero en una pala cargadora.

“Si se apuran no le va a pasar nada a nadie” fue la velada amenaza de los asaltantes. De esa forma primero tomaron los celulares de sus víctimas y después los encerraron en una habitación contigua.

Con todo el corralón a su disposición se hicieron de algunos miles de pesos recaudados durante el día, y finalmente se fueron con rumbo incierto.

A diferencia del asalto anterior, los tres hombres se las ingeniaron solos para salir del encierro y luego alertar a la policía.

“Es raro, pero los chorros cayeron a una hora en la que siempre salen todos los camiones con las entregas a domicilio” comentó el dueño del corralón a El Diario, dejando entrever dos posibilidades: o contaban con información precisa sobre el movimiento interno o tuvieron la osadía de vigilarlo largo rato aún corriendo el riesgo de ser reconocidos por una de las empleadas de la panadería, o de que pase algún patrullero. Pero no ocurrió ninguna de las últimas dos cosas. Otro dato clave para la investigación policial es que quien llevaba la voz cantante en el segundo robo tenía el mismo defecto relatado por una de las chicas de la panadería: le faltaban dos dientes del frente de la boca.  

Seguí leyendo

Dejá tu comentario

Te Puede Interesar