Entraron a robar con su bebé y desvalijaron una boutique

Actuó una pareja. La propietaria les abrió porque estaban con el pequeño. Le vaciaron el local y se llevaron todo en la camioneta de la víctima, a la que dejaron maniatada.

25 de junio de 2013 - 00:00

El sábado por la tarde, una pareja asaltó un comercio del centro de Villa Rosa, armada y con un bebé de no más de un año en brazos. El hombre sacó el arma de la mochila del nene y encerró a la dueña del local, amenazándola de muerte. Luego de varios minutos, se llevaron gran parte de la mercadería en la camioneta de la propietaria, la cual apareció horas más tarde en Ingeniero Maschwitz (Escobar).

Con la excusa de probarse algunas camperas, la pareja ingresó al comercio antes de las 20 cargando un bebé. A pesar de que la dueña estaba cerrando, los dejó entrar. “Les muestro una campera y el tipo empieza a buscar en la mochilita del nene no sé qué cosa y me imaginé ‘éste me roba”, comentó Analía Class, propietaria del comercio ubicado sobre ruta 25 en el centro de Villa Rosa, a dos cuadras del paso a nivel del Ferrocarril Belgrano Norte.

Lo que siguió fue una odisea para la mujer, quien en cuatro años había sufrido robos en dos ocasiones, pero todos ellos mientras el comercio permanecía cerrado. “Muchas veces creí que me iban a robar y no me robaron. ‘No voy a ser mal pensada’, dije, y cuando pasó para atrás del mostrador, ahí el tipo me muestra el arma y me dice ‘dame todo’”, continuó relatando la mujer a El Diario.

Entre los dos le pedían los anillos y la cadenita que llevaba la dueña del local, a gritos y a punta de pistola: “No puedo creer que la mujer gritara. ‘Hija de puta, no vayas a gritar porque te quemamos’ decía a cada rato”, recordó Class, aún en pánico por el particular asalto sufrido.

Finalmente, los ladrones la encerraron en el baño del local, la maniataron y luego de unos quince minutos, la pareja de delincuentes se hizo de la mayoría de la mercadería y se la llevó en la camioneta de víctima.

 

Impotencia

Pasado el asalto, Class logró desatarse y empezó a gritar por ayuda, ya que antes de retirarse, los delincuentes apagaron la térmica de la luz y cerraron el local con candados.

“Me abrieron los dueños del local que viven arriba. Vinieron y cortaron los candados. Me encontraron a puro llanto y con ataque de pánico porque no sabés si te van a matar”, relató la mujer, quien agregó que hace un tiempo veía patrullaje debido a la presencia de un supermercado cercano, “pero hace bastante que no para, ni la patrulla del Municipio ni la policía”, sentenció.

“Me vaciaron el negocio porque se fueron en la camioneta” (una Renault Duster), dijo por último la mujer, quien recuperó el vehículo horas más tarde en Maschwitz.  

 

La frase 

“Nunca los había visto y por más que no los conocía les abrí porque venían con una criatura”. Analía Class.

 

Un golpe bajo 

Hace siete meses Analía Class fue víctima de un accidente que le causó la fractura en ambas piernas. Sin piedad, el joven asaltante, al ver que el baño era pequeño, le aplicó varias patadas para que la mujer pudiera caber en el pequeño espacio, y la ató. También le llevaron las placas que necesitaba para una próxima operación. Actualmente, el local de Analía está vacío, sin la computadora, sin mercadería y hasta sin su documentación.

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