El martes por la noche volvieron a barretear la puerta de un kiosco ubicado en San Martín, casi esquina Pedro Lagrave. Esta vez rompieron el vidrio de la puerta de ingreso y se hicieron de algunas golosinas, mientras tanto, sus propietarios no logran la tranquilidad esperada hace unos 2 meses, cuando compraron el comercio.
Se trata de una pareja que continúa con los trámites de transferencia del comercio y que sufrió el segundo robo en menos de 10 días, cuando por la noche de un fin de semana, los ladrones rompieron uno de los vidrios del frente, luego de forzar las rejas. Ingresaron para llevarse mercadería y algo de dinero.
Esta vez, los daños fueron menores, “se llevaron algunos chicles y caramelos e hicieron destrozos”, dijo a El Diario, Laura, propietaria del comercio. “Hicieron palanca a las chapas, como no pudieron abrirla, rompieron el vidrio y con un palo se llevaron las cosas que tenían ahí adelante”, detalló luego.
Lo que dejaron estos robos en la pareja fue indignación y, según las palabras de la mujer, “mucha impotencia y bronca”.
“No te puedo explicar la amargura, la indignación y la impotencia. No te dan ni ganas de seguir”, había señalado la mujer hace menos de dos semanas, luego del primer golpe sufrido al comercio que está ubicado a una cuadra de la plaza. Este nuevo episodio deja a los dueños en la incertidumbre de continuar luchándola.
“Pusimos el comercio para estar mejor, hacer una diferencia, y no te dejan”, agregó la mujer, que posee además otro trabajo por la mañana y que al término de aquel, se refugia en el kiosco hasta la noche.
“Estamos sacando del sueldo nuestro para reponer lo que nos llevan”, dijo indignada.
Sin solución
Luego de aquella ola de robos en la que 4 comercios fueron asaltados, la policía señaló que la respuesta a tales hechos delictivos sería reforzar el patrullaje en la zona. Fue Jorge Aguilar, titular de la Jefatura Distrital, quien señaló que desde que comenzaron a conocerse casos de robos a comercios entre las 0 y las 6 de la mañana se contaría también con el apoyo del Grupo de Apoyo Departamental (GAD) para recorrer las calles.“No vi más patrullaje. No vi nada y no cambió nada. Sigue igual que siempre”, manifestó la dueña del kiosco de la calle San Martín cuya puerta ayer continuaba sin vidrio.
Sin denuncia
“No hicimos la denuncia. Todavía estoy esperando que llegue mi marido para cambiar el vidrio y en la comisaría te tienen dos horas”, mencionó la propietaria del kiosco robado.