Durrels murió ahorcado, pero tenía golpes en el rostro y el tórax

Lo reveló la autopsia, que se conoció un mes después de realizada. Presentaba marcas de un “elemento romo y duro”, revelaron las pericias. Para el abogado, es un claro indicio de que fue asesinado.

22 de octubre de 2013 - 00:00

por Diego Schejtman

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La autopsia sobre a Miguel Ángel Durrels, cuyo cuerpo sin vida apareció en una celda de la comisaría 1ª de Pilar, confirmó que la causa de la muerte fue ahorcamiento, tal como se creía desde el primer momento. Sin embargo, la pericia sacó a la luz otros elementos que podrían ser reveladores: el joven presentaba golpes sobre el rostro y el tórax que, de acuerdo al informe, habían sido ocasionados con un elemento “romo y duro”.

“Asfixia mecánica por compresión extrínseca del cuello, tipo ahorcadura, seguido de lesiones no mortales en rostro y tronco”, señala el informe pericial al que tuvo acceso El Diario.

Para el abogado Eduardo Cantis, patrocinante de la familia Durrels, la autopsia aporta datos concluyentes para establecer que no se trató de un suicidio, tal como informó la policía, sino de un asesinato.

De ser así, Durrels debió ser golpeado y ahorcado en algún momento entre el mediodía del domingo 8 de septiembre último, cuando fue detenido por agentes del Servicio de Apoyo Policial el Municipio (SAP) y las 3 de la mañana del día siguiente, cuando su cuerpo apareció sin vida, de pie contra una reja en un pasillo de la comisaría, sostenido por un cable atado a su cuello.

El informe lleva la firma de Carlos Antuña, perito instructor médico del departamento judicial de Lomas de Zamora.

Describe una serie de lesiones. La más importante es la del cuello, producto del ahorcamiento: “una impronta con forma de surco de disposición horizontal ascendente” de medio centímetro de ancho por otro tanto de profundidad.

A la vez, revela una serie de hematomas o moretones, en el rostro: uno, sobre la cola de la ceja derecha, otro sobre el pómulo derecho y otro más chico sobre el puente de la nariz. A la vez, tenía también una excoriación en la espalda, cerca del omóplato derecho. También  muestra hematomas internos a nivel muscular a la altura de la quinta costilla.

 

Dudas

El perito señala en su informe que en el ahorcamiento se producen convulsiones cuyos “movimientos erráticos y la suspensión (del cuerpo) posibilitan diferentes golpes de la víctima, dependiendo del lugar del hecho y elementos que circunden o rodeen al mismo siendo probable el mecanismo de los diferentes golpes o choques contra un elemento duro y romo (es decir, sin filo) que ha incidido en el rostro y región torácica” (sic).

De todos modos, esa explicación tiene puntos oscuros. Es que las fotos del cuerpo en el momento en que fue hallado, lo muestran rígido, con los pies sobre el piso y no colgando. Además, estaba de espaldas, la cabeza atada a una reja por el cuello con un cable corto, que no le permitía girar.

 

“Si lo golpes hubieran sido convulsivos estarían en la nuca, no en el rostro. Fueron ocasionados por otra persona; probablemente la misma que le produjo la muerte”, señalan desde el equipo se asesores de la familia Durrels. 

De todos modos, hasta ayer, la causa seguía caratulada como “averiguación de causales de muerte”.

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