A Florencia Trías podría caberle una pena de hasta 25 años de cárcel, si se le comprueba el delito de homicidio simple contra quien era su pareja, Matías Cuello, tras arrojarle una pava eléctrica que contenía agua hirviendo, en el marco de una discusión de pareja.
La acusada enfrentará el debate luego de que el Juzgado de Garantías Nº 6 de San Isidro hiciera lugar al pedido de juicio oral y público formulado por el fiscal de Pilar, Marcos Petersen Victorica, según informó el portal Online 911.
Los antecedentes basados en testimonios previos de la víctima, quien acusaba agresión física por parte de su pareja, más datos concretos de la investigación, fueron tenidos en cuenta por parte de la fiscalía para señalar que Trias actuó con “dolo claro de matar”, y que el episodio tuvo lugar “en el marco de una acalorada discusión familiar”, luego de la cual, la acusada obró con “clara intención de atentar contra la vida de su pareja”.
La defensa de Trias, a cargo del abogado Mariano Trevisi, volvió a pedir el sobreseimiento, y en subsidio planteó que se la juzgue por homicidio simple cometido en exceso de legítima defensa.
Según el testimonio de la joven, ese 15 de abril pasado ella mantuvo una discusión con Matías porque éste había llegado tarde al hogar, y señala que él mismo manipulaba la pava cuando se le cayó encima desparramándose el agua hirviendo.
Trevisi sostiene que al realizar la reconstrucción del caso en el marco de la investigación, Trias “ha recreado el hecho mediante una clara descripción en la que explicó cómo fue el ataque que recibió de parte de Cuello, la ubicación de su agresor en la habitación y la forma en que el mismo sostenía la pava eléctrica en su mano derecha en el momento en que la toma a mi asistida de los cabellos, la zamarrea, le derrama agua caliente en las manos y ésta, para liberarse, termina empujándolo, cayendo Cuello de espaldas sobre la cama matrimonial que se ubicaba detrás de él y derramándose el agua caliente sobre su cuerpo”.
La reconstrucción
El 26 de octubre pasado se llevó a cabo la reconstrucción del hecho. Fue en la vivienda que Cuello y su pareja Florencia Trías, alquilaban en Almonacid 75, casi esquina Oliden, de Manuel Alberti. Fueron exactamente 10 minutos los que Trías permaneció en el interior de la casa. Ahí habría contestado algunas preguntas concretas del fiscal actuante e interactuó con el “doble” de su pareja fallecida.
Según trascendió, la acusada habría entrado en algunas contradicciones en sus dichos comparándolos con lo que había manifestado apenas sucedió el hecho. Especialmente sobre la posición de ella y la de Cuello, recostado en la cama.