Guillermo Bártoli junto a sus abogados, Alejandro Novak y Eugenio Blanco, antes de los alegatos.
La defensa de Guillermo Bártoli pidió ayer la absolución en el juicio en el que está acusado por el encubrimiento del asesinato de su cuñada María Marta García Belsunce y volvió a plantear la sospecha de que pudo tratarse de un homicidio en ocasión de robo en el que podrían estar involucrados el vecino Nicolás Pachelo y algunos vigiladores.
Gran parte del alegato -que duró alrededor de cinco horas , los abogados Alejandro Novak y Eugenio Blanco lo dedicaron para criticar al fiscal original del caso, Diego Molina Pico. En ese sentido, Novak afirmó que este funcionario acusó a la familia para “salvar su pellejo” ante el “horror” de no haber ordenado la autopsia cuando llegó al velatorio.
El abogado fue más allá e incluso llegó a afirmar que Molina Pico “siempre tuvo a los autores del hecho frente a sus narices y miró para otro lado” y apuntó, sin nombrarlo con nombre y apellido, al polémico vecino Nicolás Pachelo, el sospechoso de la familia, y los vigiladores del country Carmel.
Los abogados trazaron una nueva línea de tiempo de los hechos ocurridos el 27 de octubre de 2002, que hace imposible que tanto Bártoli como su esposa y medio hermana de María Marta, Irene Hurtig, hayan estado en la casa de la víctima participando del crimen o preparando el encubrimiento, antes de la llegada de la masajista Beatriz Michelini, a quien acusaron de mentir.
Ante una sala repleta como nunca de familiares y amigos de los acusados -incluso Irene Hurtig escuchaba afuera de la sala-, Novak inició su alegato ante el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de San Isidro asegurando que la fiscalía “perdió el norte” y que “la acusación es infundada” y “no tiene ni pies ni cabeza”.
Desde el juicio en 2007 al viudo Carlos Carrascosa la fiscalía del caso le dio relevancia a la grabación de la llamada que éste hizo a las 19.07 pidiendo una ambulancia, ya que de fondo se oyen las voces de un hombre y una mujer diciendo presuntas frases que demostrarían que se estaba manipulando el cadáver como “sí, está muerta”, “tenela”, “tocala”, “cerrá la puerta” y “dale... vamos”.
Para la fiscalía, el hombre que habla de fondo es Bártoli y la mujer podría ser Irene Hurtig y no Michelini porque ésta y algunos vigiladores sostuvieron que ella llegó al country minutos antes de las 19 y esperó unos 20 minutos antes de ingresar.
Sin embargo, el abogado Blanco analizó en forma pormenorizada los hechos cotejando horarios que figuran en videos de cámaras de seguridad, planillas de los vigiladores y los registros telefónicos del sistema informático VAIC y así logró desvirtuar que Michelini llegó a la casa a las 19.24 como sostuvo la fiscal.
“Con certeza podemos afirmar que MichelinI ingresó como muy tarde a las 19.01 y en 3 o 4 minutos llegó a la casa”, sostuvo Blanco dando a entender que la mujer que se escucha gritar de fondo mientras Carrascosa pide la ambulancia es la masajista y no Hurtig como sostuvo la fiscalía y el fiscal original del caso, Diego Molina Pico, en el debate anterior.
Proyectando fotos, videos, gráficos del VAIC y fojas de la causa desde su laptop, Blanco también demostró que si es cierto que Michelini esperó más de 20 minutos en la guardia, como declaró, hubiera llegado inmediatamente antes o después que la ambulancia que, según sus cálculos, arribó a la casa a las 21.25, según mostraron en las cámaras de seguridad.
Blanco, además, criticó la pericia de audio realizada por Gendarmería sobre aquella grabación, al recordar que en el juicio declaró el creador del “Anagraf”, el software utilizado para hacer el peritaje, y que este investigador del CONICET criticó el método usado para hacer este análisis y dejó en claro que el programa “no traduce voz a texto” y “no hace magia”.
Blanco aclaró entonces que la decodificación y transcripción de las frases comprometedoras como “está muerta” y “cerrá la puerta” que la fiscalía le atribuye a Bártoli, provienen de la subjetividad del perito que la hizo. El abogado recordó que “Guillermo Bártoli jamás negó haber estado presente en la conversación de OSDE. Dijo que sí estuvo, la voz femenina es la de Michelini”.
Novak fue el encargado de rebatir las maniobras de encubrimiento que la fiscalía le atribuye y allí negó entre otras acusaciones que haya cambiado las ropas de María Marta, que haya ordenado limpiar la escena del crimen, tirar un pantalón de Carrascosa o desechar toallas manchadas con sangre.
“¿El salame de Bártoli no se dio cuenta de que con esas toallas podía limpiar esa mancha de sangre evidente que había entre el inodoro y el bidet?”, ironizó Novak.
También negó que haya gestionado un certificado de defunción trucho en las funerarias Ponce de León de Pilar y Casa Sierra de Capital, para encubrir un homicidio. “Si esto ocurrió Bártoli no leyó el manual del encubrimiento. Lo más lógico es que hubiera dicho ‘tengo 500 pesitos porque quiero un certificado médico pero que no venga ningún médico’”, dijo Novak.
El letrado también negó que su cliente haya instalado la idea de un accidente y remarcó que la fiscalía no pudo acreditar con ninguna prueba que Bártoli supiera que lo de su cuñada había sido un asesinato, algo básico para una acusación por encubrimiento.
“Molina Pico acusó a la familia para salvar su pellejo”
La defensa de Guillermo Bártoli afirmó ayer que el fiscal original del caso García Belsunce, Diego Molina Pico, acusó a la familia “para salvar su pellejo” por no haber ordenado la autopsia. “Utilizó todo el poder del Estado para perseguir a una familia”, dijo el abogado Alejandro Novak en su alegato.
El abogado sostuvo que desde el mismo momento en que Molina Pico y el entonces comisario Aníbal Degastaldi llegaron al velatorio de María Marta la mañana del 28 de octubre de 2002, “quedó sellada la suerte de esta causa”.
Al preguntarse Novak por qué el fiscal Molina Pico no ordenó hacer la autopsia en ese momento, el letrado dijo que “en principio” podía “entender” al funcionario.
“Llegar a una casa de una familia de renombre y encontrar a una persona como (el entonces fiscal de Casación, Juan Martín) Romero Victorica, pudo haber generado una situación especial”, consideró el abogado. “Pero los fiscales son fiscales, no peones de taxi, y a veces tienen que tomar decisiones antipáticas”, comentó Novak.
Pachelo, los vigiladores y la masajista apuntados como sospechosos
La vuelta de la “nueva-vieja” teoría
La defensa volvió a plantear las sospechas que la familia García Belsunce tiene sobre el vecino Nicolás Pachelo, los vigiladores e incluso apuntó a la masajista Beatriz Michelini como posible entregadora en el crimen de María Marta.
Para el abogado Alejandro Novak, se trató de un homicidio en ocasión de robo y expuso su hipótesis: “María Marta llegó, encontró a los ladrones y la mataron porque no les dio dinero o porque los reconoció”.
“De la causa surge que hay un vecino con un pasado singular”, dijo Novak cuando sin nombrarlo en ningún momento, comenzó a referirse a Pachelo y las causas que tuvo por robos y hurtos y en las que tras un juicio abreviado fue condenado a cuatro años de cárcel y cumplió prisión “por robarle a sus amigos”.
Novak dijo que en este caso pudo haber ocurrido “el mismo modus operando” y recordó que en las algunas causas que tuvo Pachelo se demostró que “mandaba a robar a otras personas”.
Sobre el día del crimen, Novak señaló que “este vecino” -como siempre se refirió a él-, “fue visto cerca de María Marta antes de ser asesinada” y que las cámaras de seguridad de Carmel “lo detectaron saliendo justo en el momento en el que entraba Michelini”.
Incluso afirmó que “ese vecino al otro día (del crimen) preguntaba en un bar (de la estación de servicio Esso de Panamericana y 25, en Pilar) qué había pasado con esa mujer que habían matado en el country cuando no se sabía aún que la habían asesinado”.
Luego dejó entrever la posibilidad de que la masajista, que tenía como clienta a la mujer de Pachelo, de alguna manera hubiese actuado como una entregadora.
“Beatriz Michelini mantuvo ventiuna comunicaciones con ese vecino después de la muerte de María Marta”, dijo, dando un dato desconocido y que fue descubierto, según luego aclaró Novak, por su colega Eugenio Blanco y la propia Irene Hurtig, quien también trabaja como abogada en su estudio.
Uno de esos llamados lo ubicó el 3 de diciembre de 2002 “justamente el día después de que se conoció el resultado de la autopsia”. También dijo que durante los meses de noviembre y diciembre de 2002 quedaron registradas en la guardia de Carmel las visitas que Michelini hizo a la casa de Pachelo.
Hasta mañana
Mañana los jueces María Elena Márquez, Alberto Ortolani y Ariel Introzzi escucharán las réplicas de los alegatos y, eventualmente, si el tiempo lo permite, las últimas palabras de los imputados.