La misma banda asaltó un comercio dos veces en un mes

Es una casa de repuestos para autos. Está en la ruta 8. En los dos robos, actuaron cuatro delincuentes que se desplazaban en dos motos. La policía busca pistas en un casco que olvidaron.

17 de agosto de 2011 - 00:00

 

Ahora, el local asaltado colocó una puerta que sólo se abre desde adentro.

 

 

Un tradicional comercio de Pilar fue asaltado dos veces en menos de un mes. Y eso no sería tan insólito si se piensa que actuó la misma banda en ambas oportunidades, y que el local está ubicado a escasos 300 metros de la Comisaría 1ª.

El atraco sucedió siendo aproximadamente las 16 del último viernes en el local de repuestos del automotor Chapilar, ubicado sobre la ruta 8 y a unos 20 metros de su intersección con calle 11 de Septiembre.

Según lo relatado por las víctimas a este medio, el atraco fue cometido por cuatro individuos que llegaron en dos motocicletas de alta cilindrada.

Jugó mucho en su favor que cuando entraron no había clientes porque nunca se sabe cuál puede ser la reacción de víctimas inesperadas.

De esa forma, dos sacaron a relucir armas de fuego de grueso calibre mientras que los otros dos cómplices se ubicaron sobre la puerta de entrada y sobre un costado respectivamente.

Las amenazas de muerte estuvieron a la orden del día tanto para el hijo del propietario, que en ese momento no estaba, como para los tres empleados. Así, cruzaron el mostrador y llegaron hasta la caja para abrirla y robar algunos miles de pesos de la recaudación de la jornada.

Pero no conformes con ello, también se hicieron de la campera de la primera víctima, de su celular y luego el de los empleados que atienden al público.

Acto seguido, los malhechores que estaban sobre la puerta optaron salir antes para arrancar las motos, y una vez que lo hicieron salieron detrás los dos restantes para subirse y escapar los cuatro por la ruta 8 con rumbo incierto.

 

Casco

Pero tanto fue el apuro de uno de ellos que olvidó su casco en el local. “En el primer robo a uno le vi un tatuaje en la cara, y ahora en el segundo sí ya lo reconocí cuando noté que se lo había tapado con un apósito” comentó uno de los trabajadores, y agregó “pero todo se me confirmó que era él cuando noté que tenía la misma campera en los dos asaltos, es una del Barcelona”.

El asalto a mano armada no llegó a los tres minutos, y después de que la banda huyera se alertó a la policía que tomó como prueba potencial las huellas digitales encontradas en el casco del delincuente.

Como corolario, el propietario de Chapilar hizo colocar una puerta con abertura eléctrica desde el interior, “pero eso no nos garantiza que nos asalten nuevamente, sólo sirve para intentar ver la actitud de quien quiera entrar”, comentó finalmente otro de los que fueron robados de sus escasas pertenencias.

 

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