Inés Ongay, retirándose ayer de los tribunales.
Inés Ongay aseguró ayer que hubiera preferido que a su mejor amiga, María Marta García Belsunce, “la matara un desconocido”, al manifestar sus sospechas sobre la familia de la víctima durante su declaración en el juicio oral por el encubrimiento del crimen. Otra amiga de la víctima, Susan Murray, también declaró en el debate y detalló varios puntos que la llevaron a sospechar de la familia desde el momento del velatorio y luego de que se supo que se había tratado de un asesinato.
“Hubiera preferido que a María Marta la matara un desconocido y no esto, que es muy fuerte afectivamente para mí”, dijo Ongay al declarar frente al Tribunal Oral en lo Criminal 1 de San Isidro y dar a entender su decepción porque la familia está imputada.
Ongay explicó ante los jueces María Elena Márquez, Alberto Ortolani y Ariel Introzzi Truglia, que pese a vivir hace 30 años en Bariloche, ella era la mejor amiga de María Marta desde los 11 años y que se hablaban y veían asiduamente.
Ongay recordó que en su último cumpleaños -abril de 2002-, al notar que Carrascosa se comunicaba permanentemente por teléfono con María Marta ésta le dijo que notaba al “Gordo cada vez más paranoico, más grande” y que ella le preguntó: “¿A vos te persigue la mafia?”. “Eso lo relacioné. Dije que María Marta no se pudo haber matado en un accidente. María Marta no era torpe”, comentó Ongay.
Dijo que por un retraso del avión no llegó al velatorio y fue directamente al cementerio de La Recoleta, donde le llamó la atención las múltiples versiones que había sobre el accidente. “Unos decían que se había golpeado contra la ventana, otros contra la canilla, otros que se había caído hacia adelante y había tragado agua. Uno se muere de una sola forma, pensé”, recordó.
Además, Ongay reiteró el diálogo que después del entierro tuvo con Nora Pichi Burgues de Taylor, la amiga íntima del matrimonio Carrascosa que estuvo unos años imputada por encubrimiento en esta causa, pero luego fue sobreseída.
Según Ongay, ella le preguntó a Pichi qué había pasado con María Marta porque no creía que se hubiera muerto en un accidente. “Ella me contestó que como esto se podía abrir como un suicidio o un asesinato habían pagado para que se hiciera lo que el Gordo quería y que habían arreglado para que no se haga la autopsia y se la enterrara en el último horario”, ratificó Ongay.
Sobre este punto, los abogados defensores de Horacio García Belsunce (h) y Guillermo Bártoli, pidieron que la testigo quede a disposición para un eventual careo, como ya sucedió en el juicio a Carrascosa de 2007.
A preguntas de uno de los defensores, Ongay luego reconoció que la relación entre María Marta y Carrascosa “era excelente” y que si su amiga hubiese estado preocupada por algo se lo hubiera contado.
Más sospechas
A su turno Murray explicó que se hizo amiga de María Marta cuando en 1998 ésta se empezó a involucrar y colaborar con la Red Solidaria donde ella trabajaba y luego en el armado de Missing Children. Murray comenzó a citar sus sospechas sobre la familia al describir cómo vio el cuerpo de María Marta en el velatorio. “Le vi moretones en el brazo derecho y arriba de la ceja izquierda. No parecía una persona muerta. Daba la impresión de que estaba durmiendo. Después me imaginé que podía ser un maquillaje, una base, un polvo que pudieron haberle puesto en la cara”, dijo.
También recordó que vio junto a la cama y “sonriéndose” a tres mujeres, de las cuales luego supo que una de ellas era Irene Hurtig y que el entierro en La Recoleta le pareció “muy frío y sin cariño”.
Luego relató que coordinó con Irene Hurtig la entrega de dos cajas con documentación del trabajo solidario que hacía María Marta y que en uno de esos diálogos telefónicos la medio hermana le comentó que algunos de sus hermanos “estaban preocupados” porque “había una investigación y se iba a hacer una autopsia”.
También contó un almuerzo que tuvo con Carrascosa en una confitería de Palermo Chico, donde le llamó la atención que el viudo le preguntara si habían encontrado “unas cartas que María Marta tenía escondidas” y que por los dichos del ahora condenado “eran entre hermanos y por quilombos de familia”.
Murray recordó que cuando se supo el resultado de la autopsia, Horacio García Belsunce la citó a una reunión para interrogarla y pedirle que se sume a una investigación iniciada por la familia. “Pidió un whisky, se sentó y nos dijo: ‘Le hicieron la autopsia a María Marta, tiene cinco tiros en la cabeza’. Me preguntó por la relación con Carrascosa, yo le pregunté si sospechaba del marido y me contestó: ‘No, el Gordo zafó porque llegó después que el vigilador’”, relató.
Relató que Horacio les preguntó por “hombres que llamaran a María Marta”, si estaban amenazadas por su trabajo en Missing Children y hasta qué sabían de Sergio Binello -vecino y otro de los ahora imputados en el juicio-, porque él lo tenía como “sospechoso”. Agregó que Horacio le confió que él había llamado al comisario (Ángel) Casafús y habían logrado “parar a la policía”.
Por último, Murray dijo que luego de su declaración testimonial de febrero de 2003 en la causa –allí comprometió a la familia-, y de sus apariciones en los medios, recibió cuatro demandas, una de Carrascosa y tres de Irene, de las cuales a la medio hermana debió pagarle un juicio civil, pero que esa sentencia está apelada ahora ante la Corte Suprema de Justicia.