Motochorros asaltan joyería en pleno centro

27 de julio de 2011 - 00:00

 

Otro asalto a mano armada se suma a los varios hechos similares ocurridos en el centro de Pilar en los últimos dos meses. Pero esta vez tuvo un aditivo casi inesperado por las víctimas, además de no contar con presencia policial en la zona, sumaron la negativa del personal del Servicio de Apoyo Policial (SAP) de la Municipalidad de perseguir a los delincuentes.

Según lo relatado por las damnificadas a El Diario, el nuevo atraco se perpetró en las tarde del jueves último, más precisamente en el horario pico de las 17.10. A esa hora dos motociclistas pasaron lentamente varias veces frente a la joyería ubicada sobre calle Ituzaingó, casi esquina Lorenzo López. Luego de constatar que no había ningún patrullero rondando y tampoco efectivos caminando la cuadra, ambos sujetos se detuvieron frente al comercio. Uno se quedó con la moto en marcha casi sobre la esquina siguiente, y su cómplice ingresó a la joyería para encañonar a su propietaria con un revólver de grueso calibre, amenazarla de muerte y exigirle la entrega de anillos de oro y plata, relojes, pulseras y otros artículos de importante valor.

Una vez satisfecho con el botín la obligó a permanecer en la parte trasera del taller y, por último, le robó también su celular para evitar un alerta inmediato al 911. Pero el delincuente no contaba con que la hija de la joyera había visto todo desde el interior del automóvil familiar estacionado sobre el comercio.

La joven, llevada por el impulso, lo persiguió y lo alcanzó cuando estaba por subir al rodado. A los gritos le reprochó el asalto y hasta pretendía la devolución de todo lo robado. Así se produjo un forcejeo ante la mirada azorada de los varios peatones que transitaban esa céntrica esquina, hasta que finalmente uno de los malvivientes sacó a relucir el arma de fuego, le apuntó y le aseguró que la mataría si no se iba. Sólo eso les valió escapar de la escena con rumbo incierto.

Pero entonces se produjo un segundo capítulo que despertó indignación entre madre e hija porque, cuando los ladrones arrancaron, la segunda no dudó en correr hasta el personal del SAP que custodia la vivienda del intendente municipal Humberto Zúccaro; o sea hasta el vehículo estacionado a escasos 10 metros de la esquina donde uno de los malhechores le apuntó con el revólver. Sin embargo, según las víctimas, los dos funcionarios públicos se negaron a salir detrás de los fugitivos con el argumento de tener orden terminante de no abandonar la custodia de la vivienda del intendente “por ningún motivo”.

“¿Cómo puede ser que esta gente, solventada por nuestros impuestos y tasas, se niegue a intervenir en un delito frente a sus narices?, ¿Y si el chorro mataba a mi hija de un balazo también se iban a quedar cuidando la casa del intendente?”, se preguntó sin respuestas la mujer que en escasos tres años sufrió el mismo número de asaltos a mano armada, y nunca la policía detuvo a los asaltantes o, al menos, recuperó las cosas sustraídas.    

Seguí leyendo

Dejá tu comentario

Te Puede Interesar