Dos menores y un mayor detenidos por el crimen de Carla Milens

La policía allanó sus casas tras el aporte de testigos. Encontraron ropa con manchas de sangre, 15 celulares y autopartes. Uno tendría heridas que habrían sido provocadas por la víctima.

16 de junio de 2011 - 00:00

 

Carla Milens fue asesinada el último domingo, cuando regresaba de trabajar.

 

Dos adolescentes de 17 años y otro mayor de 20 fueron detenidos ayer acusados de haber sido los autores del crimen de Carla Milens, la chica de 19 años que fue asesinada a golpes el domingo último cuando regresaba de trabajar.

El hecho ocurrió en el barrio El Manantial y su cuerpo fue hallado en una construcción abandonada en el lugar denominado por los vecinos como “bosque de los japoneses”. 

Los imputados por el asesinato viven en el mismo vecindario y serían conocidos de la zona. Dos de ellos son hermanos.

Los mismos fueron aprehendidos en la madrugada de ayer en sus domicilios de la calle Córdoba al 200, en donde fue detenido un sujeto de 17 años y en Rincón al 200, del mismo barrio donde fueron detenidos dos hermanos, Ricardo Rocha de 20 y su hermano de 17.

En ambos operativos se secuestraron pruebas que los investigadores describieron como contundentes para la causa y muy comprometedoras para los ahora detenidos. Entre ellas, prendas con manchas de sangre: dos camperas, dos gorras y un par de zapatillas.

Además fueron secuestrados dos cuchillos tipo serrucho, quince celulares y autopartes del rodado que fue cortado en el lugar donde hallaron el cadáver de la chica.

Según las fuentes de la investigación, la cartera con los elementos personales y el teléfono de Carla aún no fueron encontrados y se analiza si el aparato de la joven se encontraría entre los secuestrados por la policía.

 

Testimonios

Los aportes de algunos testigos que lograron recrear los últimos momentos de la vida de Carla fueron cruciales para dar con los imputados por el crimen.

Uno de los menores habría sido reconocido por algunos testigos cuando abordaba a la chica asesinada, apenas bajó del colectivo que la dejó en la parada, camino a su domicilio. Incluso, sería el mismo sujeto que minutos después quedó grabado por las cámaras de una estación de servicio lindera al lugar donde hallaron el cuerpo de la joven. En la cinta, se lo ve comprando combustible.

Fuentes de la investigación confirmaron a El Diario que al menos dos testigos vieron aproximadamente a las 7.40 de ese domingo a un sujeto, que sería uno de los de 17 años detenido, que había estado rondando la parada del colectivo, del lado opuesto de donde descendió Carla. Incluso, el sujeto habría cruzado algunas palabras con uno de esos testigos.

Los mismos testimonios señalaron que cuando la joven bajó del colectivo cruzó la autopista y pasó por al lado de la garita en la que se encontraban los testigos y el sospechoso, pero éste estaba de espaldas a la calle, con una gorra y la capucha del buzo sobre la cabeza.

Tras el paso de la víctima, el imputado habría comenzado a caminar en el mismo sentido, hacia el interior del barrio.

En tanto, habría otros testimonios que comprometen aún más a los detenidos, pero que no trascendieron.

 

Hipótesis

Fundamentándose en los testimonios y las pruebas recavadas, los investigadores realizaron una hipótesis de lo ocurrido y no descartan que los sujetos la estuviesen esperando.

“Una vez que la víctima recorrió al menos 100 metros de la colectora, habría sido acechada por este sujeto, al que se le habrían sumado dos desconocidos más. Las marcas de hematomas en las muñecas de Carla darían cuenta que fue amenazada o forzada para llevarla hasta el predio”, señalan los investigadores.

En tanto, en su hipótesis continúan, según los peritos científicos, al encontrar resistencia en la víctima, habría sido desmayada con algún golpe y luego llevada alzada hasta el lugar donde se encuentra la edificación abandonada, ya que no se encontraron vestigios del suelo en su calzado. Al mismo tiempo, se cree que tras recuperarse, ya en la planta baja de la construcción abandonada, la joven habría reconocido a algunos de ellos y ahí comenzaría el desenlace fatal.

Según las pericias, la muerte se habría producido entre las 8 y las 9 en la planta baja de la edificación, a metros de la escalera, ya que en ese lugar se encontraron dos hebillas de cabello de la víctima y un trozo de mampostería impregnada con sangre, con la que le habrían dado muerte, golpeándola en la cabeza. Los investigadores creen que la habrían subido a la planta alta ya sin vida.

Posteriormente, el mismo sujeto que la abordó, fue quien compró combustible en una botella de un litro en la estación de servicio, a las 8.37, según la cámara de seguridad del lugar. Botella que la Policía Científica encontró en el lugar, donde estaba el cuerpo de Carla, en gran parte con quemaduras, posiblemente con el fin de borrar huellas.


Apuñalada

En las últimas horas trascendió que el cuerpo de Carla Milens, la joven asesinada el domingo último en el barro El Manantial, presentaba varias heridas punzantes.

Según fuentes de la investigación, había sido apuñalada en el cuello, tórax y abdomen y aunque no precisaron el número aseguraron que fueron “varias” las puñaladas que recibió con un cuchillo tipo serrucho. Sin embargo, las pericias revelaron que la chica de 19 años, murió a causa de un fuerte golpe en la cabeza, el cual fue provocado con un trozo de mampostería.


La casa del horror

La construcción abandonada donde fue asesinada Carla Milens fue demolida en la tarde de ayer por operarios de la Secretaría de Obras Públicas del Municipio. Según los vecinos del barrio, durante más de dos décadas, fue un “aguantadero” y contaron que allí se juntaban los jóvenes de “mal vivir” para “drogarse y delinquir”.

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