Posponen juicio por la mujer descuartizada por su esposo

El debate se reanudará el 21 de este mes. El tribunal cambió la carátula a homicidio con alevosía agravado por el vínculo. El autor podría ser condenado a perpetua.

11 de junio de 2011 - 00:00

 

Los restos de Nancy López aparecieron en un descampado de la Panamericana.

 

El juicio oral que se inició el miércoles pasado por el crimen de Nancy Noemí López, la mujer de 33 años asesinada y descuartizada por su marido en su vivienda de Villa Morra en marzo del 2009, debió posponerse hasta el 21 de este mes.

La suspensión se debió a que el Tribunal consideró que, debido a los elementos y pruebas que obran en la causa, corresponde realizar el cambio de carátula de Homicidio Simple –que contempla penas de 8 a 25 años de prisión- a Homicidio con Alevosía Agravado por el Vínculo, una tipificación de delito cuya condena puede llevar al autor confeso del hecho, Emilio Salazar, a tener que cumplir cadena perpetua.

En tanto, la nueva pareja de Salazar, Mariela Correa, deberá enfrentar ahora el cargo de Encubrimiento Agravado y ya no el de Encubrimiento Simple.

“Nosotros siempre consideramos que el crimen fue alevoso y agravado por el vínculo, pero había que llegar a esta instancia para que los jueces vieran los elementos y pudieran determinar este cambio de carátula que es el que nosotros veníamos reclamando”, le explicó a El Diario Adolfo López, el hermano de la víctima.   

Además, el familiar de Nancy agregó: “Ahora el Tribunal dio 10 días para que la defensa elabore una estrategia para defender lo que para nosotros es indefendible. Para nosotros no cabe otra que la cadena perpetua, pero habrá que esperar la condena de la Justicia. Consideramos que el asesinato no fue por una pelea, para nosotros ya estaba pergeñado”.

 

Confesión

El 27 de marzo del 2009, Emilio Salazar, que tenía 36 años en aquel entonces, le dijo al fiscal Marcos Petersen Victorica que asesinó a su esposa Nancy López en el marco de una pelea que tuvieron en su casa, pero que no recordaba bien cómo lo hizo porque quedó conmocionado.

En tanto, la nueva pareja de Salazar, Mariela Correa, quien estaba en la vivienda cuando fueron a detener al imputado, también quedó en esa oportunidad detenida, pero por el delito de encubrimiento.

Voceros de la investigación explicaron que el hallazgo de la cabeza de la víctima, un día después de que apareciera su torso y una de sus piernas, fue clave para determinar la causa de la muerte, ya que la autopsia reveló que fue asesinada de tres fuertes golpes en la cabeza, que le provocaron una fractura de cráneo.

En la indagatoria, Salazar también le confesó al fiscal que él descuartizó a López en la bañera de la casa con un serrucho, como ya habían determinado los peritos de la Policía Científica de San Isidro mediante la técnica del “luminol”, una sustancia vaporizada que detecta sangre aunque haya sido lavada.

Además, Salazar trató de desligar del caso a su nueva pareja, Correa, pero las fuentes revelaron que, sin darse cuenta, con algunos de sus dichos la incriminó en el encubrimiento.

Por su parte, al ser indagada, Correa negó categóricamente cualquier participación en el crimen y se presentó ante el fiscal como víctima de una gran mentira de Salazar.

 

El hallazgo

El caso se conoció el martes 24 de marzo del 2009, cuando un hombre llamó al 911 y denunció la aparición de restos humanos dentro de una bolsa a la altura del kilómetro 52,500 de la Panamericana.

Los peritos determinaron que los restos eran un torso y una pierna, con la particularidad de que el cadáver presentaba un tatuaje de un escorpión y una cicatriz de una operación de cesárea.

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