Violento robo de grupo comando en un barrio privado de ruta 25

Cuatro encapuchados sorprendieron a una familia. Golpearon al padre a quien maniataron junto a sus dos hijos de 8 y 15 años. En el auto de las víctimas se llevaron dinero, electrodomésticos y ropa.

6 de noviembre de 2011 - 00:00

 

El hecho ocurrió en Casablanca, en el km. 4,5 de la ruta 25.

 

 

 

Un grupo comando ingresó a un country de Pilar y asaltó a una familia residente en el lugar. La banda llegó al emprendimiento privado sorprendiendo y amenazando de muerte a toda la familia y golpeando al dueño de casa. Los ataron de pies y manos encerrándolos en la planta alta y procediendo a desvalijar la vivienda.

A su vez los delincuentes se llevaron el automóvil de las víctimas en donde cargaron todos los artículos del hogar y se dieron a la fuga, saliendo tranquilamente por la portería.

Los ladrones habrían ingresado por un agujero que realizaron en el tejido perimetral, en un costado de la vivienda que desvalijaron. El hecho se produjo en la noche del jueves y la policía trabaja intensamente para dar con los delincuentes.

El violento asalto ocurrió pasada las 21.30 de ese día, en el barrio privado Casablanca, ubicado sobre la ruta 25 a la altura del km. 4,5, camino a Moreno. El propietario de la vivienda asaltada, de 43 años de edad, había finalizado de cenar junto a su familia; su mujer de 40 años y sus dos hijos de 8 y 15. Se disponían a salir a caminar por el interior del barrio.

“Estaba por cerrar la puerta principal para salir”, contó el vecino a El Diario (prefirió mantener su nombre en reserva) y “fuimos sorprendidos por al menos cuatros delincuentes encapuchados, con guantes y armados con pistolas de grueso calibre. Nos hicieron entrar y a mí me golpearon en la cabeza sin siquiera resistirme”.

“En ese mismo momento –prosiguió- ya nos sacaron los cuatro celulares que teníamos. Manando abundante sangre, me levantaron y junto a mis dos hijos me llevaron hasta la planta alta, donde nos ataron de pies y manos con nuestros propios cintos y remeras y sin dejar de pedirnos ‘la plata, la plata’”.

Con gasas en la cabeza debido a que debieron darle varios puntos de sutura, la víctima continuó su relato: “A mi esposa uno de los sujetos la tenía apuntándole con el arma en la cabeza mientra le tapaba la boca para que no gritara. Luego la llevaron hasta otra habitación de la planta alta y atada con las manos atrás y una remera en la cabeza, como una especie de capucha, la encerraron sola, siempre con amenazas de muerte contra toda la familia”.

A partir de allí los delincuentes se dedicaron a revisar todas las dependencias de la casa, encontrando un pequeño cofre en donde la familia guardaba unos ahorros, unos 7.000 pesos en efectivo. También encontraron en otro sector algunas joyas, como relojes, pulseras, cadenitas y colgantes de oro, cuyo valor no fue precisado.

Los delincuentes permanecieron en el lugar unos 40 minutos. Una vez que se consideraron satisfechos, se alzaron con las llaves del auto de la familia, un Suzuki Fun de color rojo (patente FKW 849) en el cual comenzaron a cargar los electrodomésticos: dos TV, un equipo de audio, una computadora, como así también gran variedad de ropas y calzados de la familia, para darse rápidamente a la fuga hacia la entrada principal.

Según afirmó la víctima, al llegar a la portería “el encargado les abrió el portón para que salieran creyendo que era yo, ya que en ese horario siempre iba a buscar a uno de mis hijos que venía de estudiar”.

Una vez que los delincuentes se fueron, el jefe de familia logró desatarse y saltó desde el primer piso para dar aviso a la portería y al 911, mientras liberaba a sus familiares.

En menos de 15 minutos llegaron al lugar varios móviles policiales. Así fue que se hicieron presentes el titular de la Comisaría 2ª de Presidente Derqui, el jefe Distrital y el de la Brigada de Investigaciones.

Peritos científicos confirmaron que los delincuentes habían ingresado por un agujero que hicieron en el tejido perimetral a un costado de la vivienda. Interviene la UFI Nº 2 de Pilar a cargo de Gonzalo Acosta.

 

 

 

Por este boquete en el alambre entraron los ladrones.

 

 

Agradecer, pese al mal momento

Pese al mal momento vivido, a través de El Diario la familia asaltada expresó su agradecimiento a la policía por “la rápida respuesta”. “Se hicieron presentes en el lugar poniéndose a nuestra total disposición”, sostuvo el padre de la familia asaltada.

“Es un apoyo importante, máxime por los malos momentos que tuvimos pasar. De ésta manera sentimos que los responsables de brindarnos seguridad dan la cara y se comprometen con las víctimas”.

En tanto, una alta fuente de la investigación aseguró que “son intensas las investigaciones que se realizan por parte de todas las áreas de la policía a fin de determinar la identificación de los delincuentes que participaron en el violento asalto”.

 

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