Otra víctima que apunta al bar Los Gurisitos, que permanece cerrado.
Un joven de 24 años contó cómo fue patoteado y apuñalado en el bar Los Gurisitos al defender a su padre que había sido asaltado por menores de edad en el local.
Daniel Sequeira, recibió una puñalada en el estómago que le provocó hemorragia interna y 16 puntos externos, que lo dejaron desde hace dos meses, incapacitado para trabajar e incluso hasta para alzar a su pequeña hija. “Me arruinaron la vida y ellos siguen como si nada”, lanzó.
Los ataques en el barrio Buide parecen haber cesado, tras los operativos policiales. Pero en las últimas horas, se conoció un hecho ocurrido en los primeros días de agosto último, posterior al crimen de Jorge Basualdo, que sucedió en febrero y anterior al de Desiderio Soriano, en septiembre pasado.
Según contó la víctima, su padre, Raúl Sequeira, de 53 años, había ido el día antes del ataque, al bar Los Gurisitos, como solía hacerlo. Pero esa vez, el hombre sufrió el robo de algunas de sus pertenencias por parte de los menores que se encontraban en el bar, alguno de los cuales Daniel, reconoce como “los hijos de José, el propietario del comercio”.
Ataque
Su padre le contó a Daniel lo sucedido y ambos se dirigieron al bar y tras sentarse y ser atendidos, por el mismo adolescente que supuestamente le había robado, el joven le dijo: “ustedes acostumbran a robarle a los viejos después de ponerse en pedo, porque no me roban a mi” (sic).
“Empezaron a insultarme y vinieron patotearme tres o cuatro que estaban afuera”, contó y agregó: “me arrinconé contra la pared y agarré un taco de pool para defenderme”.
En diálogo con El Diario, Daniel continuó con su relato de lo sucedido: “en medio de los insultos, el que nos atendía, que tenía puesta una camiseta de Boca, se fue y todo se calmó, le dije a mi viejo que nos fuéramos”.
El joven remarcó que ya en la esquina: “sentí que venían corriendo y cuando me di vuelta, el de la camiseta de Boca -de quien dio nombre apellido y alias- me apuñaló”.
Según el relato de Daniel, tras clavarle el arma blanca, el atacante intentó hacer lo mismo con Raúl: “mi viejo se atajó y le dijo basta ya está. Al ver la herida en mi estómago el pibe se asustó y se fue”.
Cuenta la víctima, que en pocos minutos llegó al lugar una patrulla municipal, a los quien los vecinos, que habían visto lo ocurrido, le apuntaron al autor.
“Hasta ahí apenas me sangraba, así que me vine caminando a casa”, señaló el joven que vive en el barrio Peruzzotti y continúo: “pero me empecé a sentir mal y una vecina, me llevó en su camioneta al hospital, donde me internaron. Estuve seis días sin comer, ni tomar, con sondas y entubado”.
Cambios
Una semana después, el joven apuñalado, regresó a su casa, pero impedido de reintegrarse su trabajo, el cual perdió días después: “los remedios eran muy caros y tuve que dejar la casa que alquilaba y venir a vivir a lo de mi papá”, contó angustiado. “Ni siquiera puedo manejar, pero lo hago igual, para trabajar de remisero porque tengo que mantener a mi hija”.
Lo más doloroso para Daniel, es no poder alzar a su hija: “camino y ando, pero no puedo hacer el mínimo de fuerza porque se me abren los puntos internos”, explicó.
Por el caso, no habría denuncia, ya que la realizó su pareja, mientras él estaba internado: “quedó como que me apuñalaron en un intento de robo, cuando la policía fue al hospital a tomarme declaración yo no podía hablar. Me dijeron que me iba a llegar una citación, pero nunca me llamaron”, señaló el joven, que invadido por la angustia cerró: “tengo mucha impotencia, me arruinaron la vida y ellos siguen como si nada. La verdad si no hago nada es porque pienso en mi hija, seguro que si yo les hago lo que ellos me hicieron, voy preso”.
Justicia
Tras la investigación policial y cuatro allanamientos simultáneos, hubo dos detenidos por el crimen de Desiderio Soriano y la posible vinculación al asesinato de Jorge Basualdo. Ambos murieron en el Hospital Sanguinetti por derrame cerebral, producto de fuertes golpizas recibidas. Y los dos habían salido del bar Los Gurisitos.
Según fuentes oficiales, la Fiscalía de Menores de Pilar decidió otorgarle la libertad a ambos imputados, mientras continúa la investigación. En tanto el bar Los Gurisitos, fue clausurado por el Municipio y continúa sin abrir sus puertas.