Frente de la casa donde fue asesinado el agente de la Policía Federal.
Un joven de 23 años fue detenido ayer acusado de haber participado en el crimen del policía federal Diego D’Andreis, cometido el miércoles en el Partido de Pilar, mientras que el adolescente que estaba preso por el caso fue liberado, informaron fuentes judiciales y policiales.
El nuevo detenido fue identificado como Orlando Monzón (23), alias “Baby” o “Tule”, quien tiene antecedentes y fue apresado en un allanamiento de urgencia realizado ayer por la mañana en su domicilio de la calle Palliette y Misiones, del barrio Manuel Alberti, de Pilar, a unas 12 cuadras de la casa del policía asesinado.
El procedimiento fue encabezado por el fiscal Gonzalo Acosta, a cargo de la causa, y policías de la Jefatura Departamental y de la Subdelegación Departamental de Investigaciones de Pilar.
Durante el allanamiento no se encontraron armas –los asesinos robaron la pistola reglamentaria del policía-, pero sí se secuestraron teléfonos celulares, según voceros policiales.
Monzón está acusado de ser el cómplice del primer detenido por el caso, Sergio Gauna (23), quien el jueves prestó declaración indagatoria ante el fiscal Acosta y negó su participación en el hecho, pero continúa preso.
Quien fue liberado es el adolescente de 17 años que había sido apresado el miércoles mientras trabajaba de jardinero en el country Martindale de Pilar.
Voceros judiciales explicaron a Télam que la fiscal del Fuero Penal Juvenil de San Isidro, Alejandra Toymil -quien había tomado el expediente por la detención del menor de edad-, realizó el jueves por la tarde una rueda de reconocimiento con cuatro testigos clave del crimen y ninguno reconoció a este adolescente.
La causa fue retomada entonces por el fiscal Acosta, quien amplió las declaraciones y determinó que un testigo que vio huir a los dos asesinos del lugar del crimen se había equivocado en el apodo de uno de los sospechosos y ayer aclaró que no era el adolescente detenido la persona a la que él se refería, sino el ahora nuevo apresado a quien le dicen «Baby» y «Tule».
Mayores
El fiscal Acosta tenía previsto someter en las próximas horas a Gauna y Monzón a las ruedas de reconocimiento con los testigos del asesinato.
La madre de D’Andreis, Amalia, quien es una de las testigos clave del caso, afirmó el día del hecho a la prensa que para ella no se trataba de menores de edad, en especial el que le disparó a su hijo a quien dijo estar en condiciones de reconocer porque le vio bien la cara.
El hecho ocurrió a la 1 de la madrugada del miércoles último cuando D’Andreis regresaba a su casa de la calle Los Caldenes 1052 de Manuel Alberti tras prestar servicios en la comisaría 35ª de la Capital Federal.
El suboficial ingresó con su Ford Ka a su casa y en ese momento fue sorprendido por dos delincuentes armados que, al descubrir que era policía, le dispararon dos balazos casi sin mediar palabra, uno de los cuales impactó en su pecho y le provocó la muerte.
El forcejeo entre el agente de la Policía Federal y los ladrones fue presenciado por la madre y dos sobrinas de la víctima.
Los asaltantes no le robaron el auto, pero sí se llevaron su arma reglamentaria, una pistola calibre 9 milímetros, y un bolso donde guardaba ropa y su equipo de mate.
La madre de la víctima también contó que cuando huían del lugar, los dos delincuentes discutían por ver quién se quedaba con la pistola del policía.