Robó con un arma de juguete y fue detenido

25 de agosto de 2010 - 00:00

 

El conductor de un automóvil se resistió a un asalto pese a que el delincuente lo amenazó con una pistola de grueso calibre. Pero lo más extraño del caso es que si salvó su vida fue porque la presunta arma de fuego era una réplica de  juguete.

Así lo determinó la policía cuando salió en búsqueda del malhechor y una vez que dieron con él se comprobó que era una pistola de grueso calibre de plástico, aunque muy similar a una verdadera.

Según voceros oficiales, el hecho comenzó luego de las 19 del lunes cuando un automovilista fue abordado por un joven en inmediaciones de Uruguay y Martignone del barrio Tropiano de Pilar.

El hombre aminoró la marcha para doblar y eso fue aprovechado por el ladrón porque se le arrojó sobre el capó al tiempo que le apuntaba con la supuesta pistola.

Sin embargo, la potencial víctima no se amilanó ya que aceleró, logró hacerlo caer para escapar raudamente y a las pocas cuadras alertar al 911.

Dos oficiales de la comisaría de Pilar llegaron en escasos minutos y dos vecinos que habían visto todo les indicaron hacia dónde había escapado el frustrado delincuente. A muy pocas cuadras de allí fue identificado, y si hacía falta algo más insólito fue que el individuo primero arrojó una jaula con una paloma blanca y después comenzó a correr por un descampado.

Muy lejos no pudo ir porque los efectivos lo alcanzaron para esposarlo y llevarlo a la comisaría junto a la paloma enjaulada. Pero antes de cargarlo al patrullero también se percataron de que la supuesta arma de fuego, con la que intentó robar un auto pocos minutos antes, sólo era una buena réplica de plástico de una pistola automática calibre 9 milímetros.

De acuerdo a la identificación policial, el malviviente tiene 28 años, se domicilia al 200 de calle Antártida Argentina de Pilar, y quedó a disposición de la Justicia por el delito de “tentativa de robo calificado con el uso de arma de utilería”. En cuanto a la paloma, los policías no descartaron que haya sido producto de otro robo y, si bien esperaron que alguien denunciara el caso o al menos su desaparición, al mediodía iban a comunicarse con la Dirección de Zoonosis para ver qué hacer con el ave porque nadie la reclamó.

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