Robó una moto, lo detuvieron y el padre le dio una golpiza

30 de noviembre de 2010 - 00:00

 

Un joven de 18 años comenzó su carrera delictiva de la peor manera ya que primero robó una motocicleta, luego fue buscado y aprehendido por la policía, y finalmente su padre le pegó duramente en la comisaría.

El casi raro hecho por la reacción paterna, ya que generalmente defienden a sus hijos cuando cometen un delito, ocurrió en el atardecer del último domingo. De acuerdo a voceros policiales todo comenzó poco después de las 19.30 cuando un hombre estacionó su motocicleta Gilera, color gris y de 110 cc., en el estacionamiento del centro comercial ubicado en la avenida Tomás Márquez y Camilo Costa, en Pilar.

El trabajador debía hacer un breve trámite en esa zona y no le puso cadena y candado de seguridad. Tal es así que cuando retornó donde había dejado su rodado sólo habían transcurrido unos cinco minutos, y amargamente descubrió que éste ya no estaba más.

Pese a eso tuvo dos hechos a su favor porque primero ocasionales testigos le aseguraron que quien se la había robado era un joven que vestía una camiseta de Independiente, y luego apareció un patrullero de la Comisaría 1ª de Pilar que rondaba la zona.

Los oficiales que lo tripulaban fueron alertados por la víctima y prontamente se encaminaron hacia donde decían los testigos: el barrio Tropiano. Luego de recorrer varias manzanas lograron avistarlo en la esquina de Salta y Martitegui y no dudaron en interceptarlo.

Al ser interrogado el joven adujo haber comprado la moto a otro, “hace 10 minutos y por 500 pesos”. Eso le valió ser llevado a la seccional de calle Tucumán y que el propietario la recuperara luego de acreditar su pertenencia. A su vez los oficiales pidieron información de antecedentes penales al tiempo que citaron de urgencia a su progenitor habida cuenta que no los tenía y que recuperaría la libertad en pocas horas pese a quedar procesado por “encubrimiento”, una figura legal que se apoya en la duda ante la falta de pruebas; por ejemplo que se haya descartado a tiempo de la falsa llave o ganzúa con que arrancó la moto.

Sin embargo, todo empeoró para el frustrado ladrón porque su padre llegó a la comisaría en una media hora y luego de escuchar los cargos contra su hijo, no dudó en increparlo por su mal proceder.

Pero el joven nuevamente se volvió a equivocar porque le respondió mal, y sorpresivamente el hombre no dudó en aplicarle varios cachetazos que le provocaron una hemorragia nasal y que sólo terminaron cuando los mismos oficiales intervinieron. El procesado cuenta con 18 años y se domicilia con sus padres en la localidad de Manzanares.

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